
Un chiquillo de once años. Ese era Ignacio Sánchez cuando se enamoró perdidamente de las aventuras adolescentes de Marcos Ramírez, la recordada serie televisiva que, en los inicios de los años 80, canal 13 inmortalizó en la pantalla chica.
La serie de 13 capítulos, agraciada recreación del libro del escritor tico Carlos Luis Fallas (Calufa), fue un hit televisivo de la época y marcó a toda una generación. Sánchez, hoy curtido periodista y reconocido productor audiovisual, no escapó a su criollo encanto.
Dice Sánchez que la serie lo atrapó por varias razones, pero una en particular lo sedujo: en capítulo a capítulo podía verse reflejado en sus icónicas, dramáticas y divertidas escenas.
“El Marcos de la serie es sumamente imaginativo, es peleonero y muy ‘mandado’. Ese era un poco yo cuando estaba chiquillo. Me impactó”, confesó emocionado Sánchez, que impulsado por la misma obra televisiva se estrenará este jueves como director cinematográfico.

Sánchez, en lo que será su ópera prima, lleva hoy a la pantalla grande Buscando a Marcos Ramírez (2017), una cinta que no revive al chiquillo travieso que describió Calufa en 1952 – cuando publicó su famoso libro–, pero que indirectamente sí nos habla muchísimo de su inolvidable y rebelde personalidad.
El Marcos de la cinta no vive en el Llano de Alajuela, no tiene un plumífero amigo llamado Pintao, ni tampoco tiene que preocuparse por las tundas de su colérico tío Zacarías. El Marcos de la película vive en nuestros días, es un crack del futbol, asiste a un colegio privado –el Saint James– y hasta novia tiene.
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Los transfondos políticos y sociales de la obra literaria y televisiva (cuya trama su ubicó en tiempos de la dictadura de los hermanos Tinoco), también quedan completamente relegados del filme.
Pero entonces, ¿en qué se parecen ambos Marcos?
Pues además del nombre, se asemejan en que ambos les seduce el pleito, viven inmersos en un mundo propio y son sumamente impulsivos.

“De alguna forma es un homenaje al libro y a la serie. La portada del libro la veremos un par de veces en la película y de la serie retratamos algunas escenas icónicas. Ya verán”, adelantó Sánchez, quien además de amar la historia de Marcos Ramírez tiene un vínculo familiar con Calufa.
“Carlos Luis Fallas fue hijo de mi abuelo. Es decir hermano de mi madre. Yo nunca lo conocí, pero sí tuvo una gran conexión con mi familia, compartían mucho”, agregó el ahora cineasta, quien por ahí encuentra motivos filiales para rendirle honor a su pariente.
“Ese detalle me marca mucho. Pero también que de chiquillo me gustó leer mucho. Por eso en la película verán a Marcos Ramírez haciendo lo mismo –como en el libro–, luciendo en pantalla todos los títulos que me devoré de niño. En ese sentido quiero que la cinta fomente la lectura en las nuevas generaciones”, agregó Sánchez.
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Y es así, Buscando a Marcos Ramírez fomenta la lectura juvenil desde sus primeras secuencias pero además emite fuertes mensajes contra el bullying, las drogas, la violencia y la dependencia absurda de las redes sociales.
Es un drama-comedia que, siguiendo su naturaleza, aspira a sacar risas y lágrimas al mismo tiempo. Una ensalada de emociones aderezada por el desarrollo de fuertes y entrañables lazos de amistad, un inocente romance juvenil y un campeonato de futbol que hay que ganar.

La historia.
Buscando a Marcos Ramírez tiene como trasfondo dramático el pasado familiar del protagonista –encarnado por el actor no profesional Julián Guzmán–.
Sobre sus orígenes nada de lo que creía el chico era como pensaba y eso lo tumbará en un momento crucial. El secreto lo irá descubriendo conforme se va a encontrando a sí mismo, supera el drama de su madre muerta y se adapta a vivir en la ciudad.
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Precisamente así arranca la película. De un alejado pueblo, ya huérfano, Marcos llega a vivir con un abuelo (Luis Blanco) que no parece quererlo mucho. Luego viene su incursión a un colegio de clase alta –donde no calza bien pues siempre vivió pobre–, llegan los pleitos en el pasillo y la tentación de las bandas delictivas.
“Marcos tiene muy claro lo que quiere en la vida, aunque ciertamente en un momento de la película se siente perdido por todo lo que sucede alrededor”, dijo Julián hace varios meses, durante el proceso de rodaje.
De hecho, en su nueva vida, uno de sus principales tropiezos será Samir, el jefe de una pandilla de barrio estelarizado por Luis Montalbert. El músico, que había debutado en el cine con la película Italia 90, presta al nuevo filme su talento actoral pero también su música: compone y canta el tema principal de la cinta : Mi propia voz.

“Samir, como jefe de una banda de narcotraficantes, se abusa de esta necesidad que tienen algunas personas de buscar salidas fáciles a sus problemas. Pero la verdad lo que encuentran es una entrada fácil a una salida imposible, porque de eso pocos logran salirse”, expresó Luis.
“Con mi personaje Ignacio (Sánchez) quiso retratar el antivalor más fuerte del filme y crear el conflicto que pone en jaque a Marcos y a sus amigos”, agregó.
Ese agresivo mundo se quiere comer vivo a Marcos, pero existen contrapesos fuertes que lo impiden: está el fútbol, los libros que ama, un par de buenos profesores y un amor que lo tiene loco: Sol.
Sol, personaje encarnado por la modelo y presentadora María González, es una chica que estudia en el colegio Saint James, no es buena lectora pero sí es amante de las redes sociales. Con ella surge un amor a primera vista a pesar de pertenecer a clases sociales distintas.
“En el choque de clases, en el que vemos a un Marcos siempre yendo contracorriente, Sol le enseña lo mejor de su mundo y Marcos el mejor del suyo. Se retroalimentan”, explicó Sánchez.

Y en el camino de la vida le seguirán lloviendo ángeles a Marcos. Por un lado aparecerá Daniel Astorga (Fernando Bolaños) –su orientador de vida y entrenador del equipo de futbol –, así como su profesora de español, Camila (Nancy Dobles).
Ambos serán sus mentores en su nueva travesía social y sus defensores a toda costa.
Por su parte, la amistad brota en la cinta del personaje menos esperado. Kenny (Pedro Capmany), uno de los miembros de la banda de Samir, se convertirá en su gran ‘compa’.
“La película está llena de mensajes positivos e inspiradores y uno de ellos es el de la amistad. Esa amistad que te influye de forma positiva y te ayuda a cambiar”, dijo Capmany, quien debuta en el cine con este filme.
“Mi personaje retrata esa luche interna que llevamos todos por dentro, la de querer ser mejores”, añadió el músico.
En la misma línea sería injusto no mencionar a Felipe (Santiago Montejo), el carismático hermano de Sol. Desde principios de la película se convierte en el maestro de tecnología de Marcos y el mejor aliado del protagonista para acercarse a la chica de sus sueños.
El elenco de la película es bastante extenso. Desfilarán en la película figuras como Leonardo Perucci –como el director del colegio Saint James– así como figuras del ambiente empresarial que nunca pensamos ver allí: Javier Quirós, el presidente de Purdy Motor, por ejemplo.

Todos confabulados en una producción que mostrará a un Marcos triunfando en la cancha de futbol pero también en la vida. Al chico, los amargos secretos del pasado, no lo derriban.
“Eso es lo mas bonito de la película. Más allá de la situación familiar Marcos, que es complicada, él tiene la oportunidad de escoger a los suyos, amarlos profundamente y ser feliz”, reflexionó Montalbert.
A partir de hoy jueves Buscando a Marcos Ramírez se exhibirá en los principales cines del país. La cinta, que costó $400.000 y fue colorizada con tecnología Technicolor, es para todo público y dura dos horas.
