Al mes, 13.200 paquetes de medicamentos serán entregados en la región Huetar Atlántica del país con la ayuda de drones (vehículos aéreos no tripulados) de la empresa Zipline.
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) recurrirá a este medio de transporte para que los ticos de zonas indígenas y de difícil acceso reciban sus medicinas en menor tiempo.
En la actualidad, los pacientes de esos sitios tardan entre tres horas y tres días en recibir sus fármacos pero, con ayuda de esta tecnología el lapso podría ser menos de 45 minutos, según indicó el coordinador nacional de Servicios Farmacéuticos de la CCSS, el doctor Esteban Vega De la O. El plan es que las entregas inicien entre cuatro y seis meses.
Las comunidades beneficiadas serán Sepecue, Amubri, Katsi, Cahuita, Margarita y Bambú, adscritas a los Ebáis del área de salud de Talamanca y a los de Valle Las Rosas y Penshurt del área de salud de Valle La Estrella.
Zipline será la empresa encargada de entregar las medicinas. Es la responsable de envíos similares en Ruanda y cuenta con capital de compañías como Sequoia Capital y Google Ventures.
Los drones de Zipline pesan cerca de 10 kg (unas 22 libras) y funcionan con navegación GPS y redes celulares, según informa el consorcio en su página web. Además son aptos para transportar vacunas y hasta sangre.
Proceso. ¿Cómo funcionará? El médico generaría la receta en el Ebáis de Bribrí, utilizando para ello, el Expediente Digital Único en Salud (EDUS).
Una vez que la receta llegue a la farmacia, se prepararía el paquete con un embalaje especial para que las medicinas lleguen intactas a manos de sus dueños.
Luego, se colocaría en el dron. El vehículo aéreo se trasladaría a su destino y sería monitoreado por medio de GPS.
Al llegar al punto demarcado para las entregas, se efectuaría un lanzamiento controlado de los paquetes.
Por último, se notificaría de manera inmediata al operador y a los Ebáis donde deberán ser entregadas las medicinas y, un funcionario de la CCSS, ubicado en el lugar, será el responsable de hacer la entrega al paciente.
"Con este tipo de iniciativas lo que estamos haciendo es dejar volar la imaginación. Estamos poniendo en práctica maravillosas e innovadoras ideas en beneficio de nuestros pacientes. Podemos decir que proyectos como estos si aplican para nosotros", afirmó Esteban Vega De la O.
Autorización. La Contraloría General de la República (CGR) autorizó a la CCSS a hacer una contratación directa de este servicio, que costará unos $26.136 al mes, cerca de ¢15 millones.
Entre las razones ofrecidas por la CGR para autorizar a la CCSS destacan el acceso oportuno al medicamento que obtendrían los pacientes de los ocho Ebáis beneficiados. Asimismo, tomó en cuenta un menor riesgo de abandono del tratamiento y la continuidad de los servicios de farmacia, independientemente de las condiciones climáticas y geográficas de la zona.
Mediante el oficio DCA-2049, la CGR fue clara al solicitarle a la entidad de salud que verifique: "antes del inicio de la ejecución que se cumpla con todos los requisitos legales existentes para la prestación de este tipo de servicios y en particular, para la operación de los vehículos aéreos no tripulados".
Esto quiere decir que la CCSS deberá asegurarse de que el servicio cumpla las normativas establecidas por la Dirección General de Aviación Civil, sobre el uso de drones.
La CGR basó su decisión en un "análisis técnico institucional que incluyó aspectos como: la razonabilidad del costo del oferente", según apuntó Danilo Monge Guillén, de la Gerencia de Infraestructura y Tecnología de la CCSS, en un comunicado.