
El Volcán Turrialba ofreció otro espectáculo de luz y calor este martes por la noche cuando las cámaras en la cima del macizo registraron un fuerte resplandor que se mantuvo visible entre las 10 p. m. y la medianoche.
"El material incandescente es material caliente, no significa que es material fundido o que es 'lava llegando a la superficie', este material caliente dentro del cráter se refleja en la columna de vapores que sale constantemente del cráter y forma la resplandecencia", explicó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
Esta no es la primera vez que se da este tipo de fenómeno, provocado por las altas temperaturas y el contacto de los gases con la atmósfera. Según explicó vulcanólogo Raúl Mora, de la Universidad de Costa Rica, esto demuestra que las temperaturas en el cráter son muy elevadas y que pueden rondar entre 300 y 400 grados Celcius.
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Paralelamente, el volcán Turrialba disminuyó sus erupciones en los últimos tres días.
El coloso registró su última erupción de ceniza al mediodía del martes, desde entonces solo ha emanado gases. Este evento tuvo una altura menor a los 500 metros.
Además, la amplitud del tremor (sismo) volcánico descendió en comparación con el comportamiento de semanas anteriores, cuando se reportó caída de ceniza en diferentes regiones del Valle Central.
Javier Pacheco, vulcanólogo del Ovsicori, estimó que este "reposo temporal" podría extenderse por días o semanas, luego de tener varios picos de actividad desde setiembre.
"El martes hubo una pequeña erupción, pero desde entonces no hay emanación de ceniza, solo gasificación", mencionó Pacheco.
Picos de actividad
El volcán Turrialba, que se mantuvo en reposo durante décadas, empezó en 1996 a dar señales de mayor actividad, pero fue hasta el 2007 cuando entró en una fase intensa.
La primera erupción importante ocurrió el 5 de enero del 2010 y luego, por la fuerza interna, se abrieron dos conductos nuevos en la pared interna suroeste.
Posteriormente, el Turrialba siguió con ciclos de erupciones anuales en el 2011, 2012 y 2013.
Para los especialistas, el 29 de octubre del 2014 marca el inicio de una actividad mucho más constante del volcán. Ese día hubo una erupción que duró 13 horas y que concluyó con una emanación muy fuerte de 25 minutos. A partir de ese momento, las erupciones anuales pasaron a ciclos con intervalos de 2 o 3 meses de calma relativa.
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En mayo del 2016, de nuevo, la actividad se tornó mas sostenida y se prolongó hasta inicios de agosto. El 13 de setiembre de nuevo registró una actividad significativa.
La RSN informó de que al iniciar los ciclos de mayo y setiembre hubo erupciones que alcanzaron los 4.000 metros de altura sobre el nivel del cráter.
