Redactor y corresponsal GN
El volcán Turrialba retomó su actividad eruptiva, desde el miércoles a las 10:40 p. m., y ayer cumplió más de 20 horas seguidas de emanación de ceniza.
La pluma alcanzó casi 2.000 metros de altura desde la base del cráter, pero el viento débil y las lluvias que cayeron en la tarde, atenuaron la expansión de ceniza y la mayoría cayó en zonas cercanas al cráter como El Tapojo en Santa Cruz de Turrialba.
Las principales erupciones ocurrieron antenoche a las 10:40 p. m. y ayer a las 0:37 a. m., 5:13 a. m., 5:45 a. m. y a las 11:08 a. m.
De acuerdo con Mauricio Mora, vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), hubo una recarga en la presión interna del volcán, provocada por los gases magmáticos.
Parte de la ceniza cayó sobre los paneles solares y las cámaras fotográficas cercanas al volcán, las cuales dejaron de transmitir por esa situación.
Personal del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de Costa Rica (Ovsicori) levantó una nueva estación sísmica en La Lorena, al noreste del volcán para no perderle el pulso.
La actividad sísmica consiste en un tremor de amplitud variable, desde antenoche a las 10:10 p. m.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) desplazó en la última semana 44 técnicos a las zonas más afectadas por el volcán, para restaurar el servicio eléctrico.
Un comunicado de prensa del ICE reveló que hubo varias interrupciones en La Pastora, El Tapojo, Las Virtudes y calle Vargas.
Esa entidad advierte de que mientras la actividad eruptiva permanezca, podrían darse nuevas interrupciones porque la ceniza se impregna en los aisladores de las redes y provoca cortocircuitos, que sacan de servicio las líneas.
Luis Estrada, del Comité Municipal de Emergencias de Turrialba, denunció que han tenido problema con algunos finqueros, quienes introdujeron ganado a la zona restringida, que es de dos kilómetros a la redonda del cráter.
Estrada agregó que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) no dará ayudas a quienes irrespeten el perímetro de seguridad definido.