Un hombre de 31 años, adicto a las drogas, es señalado como el responsable de provocar el incendio que, la tarde de este martes, destruyó la vivienda en la que vivía junto a sus padres y dos hermanos, en Alajuelita.
Poco antes del hecho, el sujeto había convencido a su madre, María de los Ángeles Siles, de que lo dejara ingresar a la casa para sacar un abrigo y luego de eso se iría. Sin embargo, una vez en su cuarto, se encerró y le prendió fuego al colchón.
El relato lo hizo Siles, de 48 años, sobre la conducta de su hijo, de apellido Ramírez, quien permanece detenido por el delito de incendio y por atacar con un machete a oficiales de la Fuerza Pública.
El siniestro se registró a las 4:30 p. m. en la ciudadela Corina Rodríguez, en San Felipe de Alajuelita. Las llamas también acabaron con la casa vecina de Cecilia González Aburto, mientras una tercera vivienda vecina sufrió daños.
¿Qué pasó? Siles comentó que su hijo tiene varios años de ser adicto a las drogas, pero siempre había vivido con ellos. Incluso mencionó que cuando Ramírez está sano, trabaja.
“Tenemos problemas con él hace poco tiempo (...), llegaba muy drogado y entonces no lo dejaba entrar”, manifestó.
Según la mujer, el lío es porque Ramírez se pone violento y en varias ocasiones la agredió.
“Él estaba bien (el martes). Iba a ir a trabajar, pero no pasaron por él y se quedó aquí hasta que, como a la 1 p. m., me dijo que iba a irse a tomar una cerveza. Le dije que no fuera (...). Quién sabe qué se tomó”, recordó Siles.
Cuando su hijo regresó, ella no quería dejarlo entrar, pero él le aseguró que solo quería un suéter y entonces le abrió.
“Se encerró en el cuarto y fue cuando dijo: ‘Encendí el colchón. Voy a quemar la casa’. Yo fui y traje agua para apagar, pero no pude abrir la puerta”, dijo, por lo que salió a pedirles ayuda a los vecinos. Pero cuando algunos intentaron ingresar, los amenazó con un machete.
“Es muy duro para una madre saber que fue su propio hijo el que hizo esto (...); uno como madre los ama, trata de que estén bien y ahora, aunque se me parta el alma, tuve que denunciarlo, como lo hicieron los vecinos”, dijo Siles. Ella vio a su hijo ese mismo día por la noche, detenido, en el Juzgado Penal de San José, pero no tuvo fuerzas para hablarle.
“Con él hemos luchado mucho. Lo hemos llevado a centros para que se rehabilite. Viene sano, pero luego otra vez vuelve a caer en la adicción.
”Las instituciones deberían apoyar a las familias que tienen un adicto y que vive en la casa. Acercarse para que ellos sepan lo que uno como familia está viviendo y uno saber qué hacer. Uno siempre está en esta zozobra de si vienen drogados (...), y además, uno llama para internarlo y le dicen: ‘No hay campo’. Deberían encerrarlos como un año para limpiar su cuerpo de las drogas, que busquen a Dios”, concluyó Siles.
Abraham Güix Madrigal, jefe de la Fuerza Pública de Alajuelita, dijo que cuando intentaron capturar a Ramírez, reaccionó de forma agresiva y los amenazó con un machete.
El implicado permanecía a la orden del Ministerio Público.