Este jueves 29 de junio, el concierto de inauguración del FIA tendrá como invitado especial al argentino Gustavo Santaolalla, uno de los músicos más respetados que haya salido de ese país y uno de los compositores más importantes en el mundo.
Él se presentará en la inauguración del festival algunos temas que ha compuesto para películas como Biutiful o compuestos en solitario, como The Journey, acompañado de 140 músicos ticos.
Adicionalmente, el maestro Santaolalla dará un concierto el domingo 2 de julio en el Teatro Popular Melico Salazar, en el que dará un repaso por su extensa y cambiante trayectoria en la música.
LEA: Gustavo Santaolalla y más de 140 músicos ticos abrirán el FIA 2017
“De ser artista pasé a ser productor y he producido más de cien álbumes; de productor me puse a hacer músicas de películas y luego de videojuegos y ahora estoy haciendo la música para un documental sobre la vida de Eric Clapton y estoy haciendo música para la segunda temporada de Making a Murderer”, explicó Santaolalla en una entrevista con La Nación.
El espectáculo Desandando el camino –que presentará en el Teatro Melico Salazar– reunirá todas estas experiencias y los temas que marcaron cada era en sus 50 años de carrera. Los boletos para este espectáculo se pueden adquirir en boletería.cr.
“Estoy muy contento de que sea aquí la primera vez en la que presente este show fuera de Argentina, así que (estoy) entusiasmado de mostrar estas canciones que de alguna forma cuentan mi vida”, explicó Santaolalla en una entrevista.
Antes de integrarse a los ensayos de la inauguración, Santaolalla dio este lunes 26 de junio una conferencia de prensa y una entrevista con Viva de la que se extrajeron las respuestas en este artículo.
¿Cuál será la diferencia primordial entre los dos espectáculos que va a dar en el país?
Pues en la inauguración vamos a mostrar algunos de los trabajos que he hecho como compositor para película acompañado de este maravilloso ensamble que han reunido y también algunas sorpresas.
El concierto del domingo será más basado en la canción, en hacer un repaso por mis distintas facetas como músico en la banda Arcoiris, como miembro de Bajofondo y como compositor para películas.
¿Por qué decide llamar a su gira de aniversario Desandando el camino?
Desandando el camino porque siempre he sido una persona que mira hacia adelante, no he construído mi carrera en base a la nostalgia y las cosas que hice anteriormente, sino que más bien he tratado en muchas ocasiones de salirme de mi zona de confort, de hacer cosas distintas.
Siempre he querido estar a la vanguardia, pero por determinadas cosas –quizá también cumplir 65 años– tuve la necesidad de sentarme y mirar un poco el camino recorrido y entonces "desandar el camino" es hacer una pausa y recorrer hacia atrás, hacer un rewind de mi vida a través de las canciones.
Hace el balance de esos 50 años en el escenario, pero, ¿cómo es el balance en frío, fuera de escena?
Yo siempre digo que creo en el fruto de la experiencia, y la tengo, puesto que ya son 50 años, pero también creo mucho en el fruto de la inexperiencia. Yo no sé leer música pero así he logrado igual llegar a muchos lugares en donde he aprendido muchísimo.
Me gusta seguir llegando a lugares con ese aprendizaje, pero no perder la frescura que uno tiene como cuando recién empieza. Para mí es importante en ese recuento que existan esas dos cosas, una parte de experiencia y otra de inexperiencia.
Creo que parte del éxito ha sido no tener miedo a cambiar o a no saber. Me pude haber quedado con mi banda Arco Iris (fundada en 1967) y no hacer más que eso o pude haber empezado a producir discos y quedarme allí por el éxito de esos procesos, pero siempre quise arriesgarme a tomar caminos distintos.
En la última entrevista que le hizo La Nación usted mencionó brevemente su trabajo en el videojuego The Last of Us, que ahora es un fenómeno mundial. ¿Se esperaba esa reacción?
Uno no se espera tal cosa pero sí tratar de conectar con la mayor cantidad de gente que se pueda. A mí me habían ofrecido (musicalizar) otros juegos antes y yo no acepté, pero en este caso Neil Druckmann (director creativo) me fascinó con su historia y por eso me decidí a hacerlo.
Estoy refeliz de la reacción que ha tenido, me ha acercado a un público totalmente distinto, tengo a un montón de chicos que están escuchando mis canciones después de conocerme por The Last of Us. Ahora estoy trabajando en la segunda edición y espero que todo salga igual de bien.
ENTREVISTA DEL 2013: Gustavo Santaolalla, músico, productor y miembro de Bajofondo
Ahora trabaja en la banda sonora para un documental de Eric Clapton... ¿Cómo ha sido la relación con él?
Me he visto con él en Londres, ya se está trabajando en esto. Lo interesante es que él pidió que fuera yo quien hiciera la música, algo que a mí me enorgullece muchísimo. Soy fan de él desde muy chico, cuando tocaba en Cream, con los Yardbirds, con Blind Faith y después como solista.
¿Debe ser la música el protagonista en el audiovisual o cree que su rol es realzar la imagen y el trabajo de los actores?
Creo que lo que hace una gran película es que todo funcione bien: el guion, las actuaciones, la fotografía, la música. Todo es importante para que algo esté completo, vite. Puede ser que la música sea buena pero la película sea mala, o que la película sea buena y la música no. Las películas que perduran y marcan épocas son en las que todo funciona en concordancia y y esos son los proyectos que trato de buscar.
A la hora de hacer bandas sonoras, ¿quiénes lo inspiraron?
Ennio Morricone, Nino Rota y Henry Mancini. Pero más allá de ellos, traté de hacer mi propio estilo en el mundo del cine, algo con pocos instrumentos y en donde hay espacio para jugar mucho con el sonido.
¿Qué otra música escuchaba usted cuando era joven? ¿Qué lo inspiró a hacer música?
En mi casa se escuchaba todo tipo de música. Empecé a tocar música a los 5 años y empecé a componer prácticamente a los 10. A esa edad mi profesora de música se rebeló, porque yo siempre fui muy malo aprendiendo la parte académica de la música.
Ella me pedía que tocara partes específicas de la música pero yo no podía; me aprendía las piezas enteras y las tocaba bastante bien, pero la profesora se cansó y le dijo a mi madre 'su oído es más fuerte que mi música' y se fue y ahí empecé a componer.