Hacer música para la pantalla grande no es extraño para el músico nacional Edín Solís: en el 2010 fue el creador de la banda sonora para la película mexicana Cartas a Elena . Ahora, en este 2015, repite con el director Martín Barajas Lloren't en la nueva producción titulada Mujer descalza.
Para el artista costarricense, la oportunidad de hacer un trabajo diferente al que hace a diario con el trío Éditus significa un reto a su musa para lograr componer los temas a partir de las imágenes que se verán en el filme.
Acerca de este nuevo proyecto, el guitarrista habló con Viva .

¿Cuál es la experiencia de hacer música para cine?
Es muy diferente a componer una canción o una pieza instrumental como lo que he hecho siempre porque estás trabajando contra una imagen. Sobre la película uno empieza a mover las emociones al través de la música; el director hace sus peticiones y es un reto riquísimo porque es como el capitán de la nave que le da a uno una guía y explica cómo va la película y a partir de esas directrices se hace el trabajo.
En esta ocasión con Mujer descalza se acompaña de la Orquesta Sinfónica de Heredia, ¿cómo escogió a los músicos para trabajar con ellos?
A la sección de cuerdas de la Sinfónica de Heredia los conozco bien, los escucho mucho. Me gusta su sonoridad y por lo que hablé con el director, queríamos que esta película tuviera muchos instrumentos de cuerda porque ayudan a mover las emociones y esta orquesta tiene un gran nivel para lograrlo. Aquí encontré una gran receptividad para grabar la música para esta película.
¿Cuánto tiene de estar trabajando en el proceso de producción de esta banda sonora?
Fueron seis meses: desde que me reuní con el productor hasta entregar el producto final.
Es muy intenso el proceso...
Es muy intenso, pero en esta película fue más fácil porque ya conocía al director y nos entendíamos bien y fluyó todo de una forma más natural.
¿Cuántos temas son?
Estamos hablando de la banda sonora original, son 16 temas para la misma cantidad de escenas. Hay otras composiciones de artistas mexicanos, pero la nuestra es la banda sonora original.
La grabación fue en el auditorio Abelardo Bonilla de la Universidad de Costa Rica, ¿cómo fue trabajar en ese lugar para hacer el producto?
Ahí grabé las cuerdas, toda la orquesta la hice ahí. El Abelardo Bonilla me lo facilitó Marvin Camacho, de la Sinfónica de Heredia, y se lo agradezco porque un auditorio tiene mayores facilidades para grabar. Hay un asunto de química y confianza con los músicos y por eso es mejor haber hecho el trabajo en Costa Rica.
¿Cuál es la intención de hacer música para cine?
Creo que el motor de la vida es sentirse nunca acabado. En la vida todo es un proceso de aprender y crecer; entonces, la ventana que se abre para la música de cine en mí resulta muy natural. El cine siempre me ha encantado y me llama mucho la atención el tema de las bandas sonoras, cada vez siento que es algo más parte de mí, me veo ahorita un poco más como compositor y a asumirlo.
¿Cómo logra plasmar los sentimientos de la película con la música que compone?
Hay que estudiar mucho ese tema, la música no necesariamente tiene que subrayar lo obvio, ahí tiene que ver mucho la inteligencia del director y el compositor.
