Mariel Chinchilla y Kalina Quirós forman parte de las más de 935.000 mujeres de 15 años o más que son mamás en el país.
Ellas también están incluidas en el 62% de mamás que laboran jornada completa fuera del hogar. Mariel trabaja como asistente administrativa y Kalina es comunicadora.
De acuerdo con datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE), del primer trimestre de este año, aproximadamente 265.000 mamás mayores de 15 años laboran tiempo completo fuera del hogar.
Estas cifras son un acercamiento al perfil de las mamás trabajadoras. Fueron facilitadas por la investigadora María Luz Sanarrusia, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
La cantidad de madres que trabajan fuera del hogar ha ido en aumento en los últimos años. En el 2000, representaban un 26% del total de mamás. Para el 2013, ese porcentaje subió a un 33% y, este año, según la ECE, son, aproximadamente, un 45,6% de todas las mamás mayores de 15 años.
Condiciones. En el país hay más de 1,8 millones de mujeres de 15 años o más. De ellas, cerca de un 50,7% tiene hijos, según registros del INEC.
Un 45,6% de esas mujeres tienen alguna ocupación; un 56% eran trabajadoras informales y un 20,4% estaban subempleadas.
Según los registros del INEC, un 27,3% de las mamás trabajadoras se dedican a actividades agropecuarias, profesionales, financieras o de la Administración Pública, entre otras.
Otro 20% labora en servicio doméstico; un 17%, en actividades comerciales, y otro tanto en enseñanza y salud.
La psicóloga especialista en terapia familiar, María Ester Flores, explica que cada vez es más común que las mujeres participen activamente en el mercado laboral, sin importar si son o no madres de familia.Como mamás trabajadoras en jornada de tiempo completo, Mariel Chinchilla y Kalina Quirós se las ingenian, cada una a su manera, para asegurarles a sus hijos la mejor calidad de cuido cuando ellas no están presentes.
Sin embargo, su incorporación al empleo, desde edades tempranas, por un asunto que combina la realización personal y la necesidad económica, no las exime de sentir culpa al alejarse de sus pequeños, sobre todo en los primeros años de vida.
María Ester Flores dice que una causa frecuente en su consulta es la culpa que embarga a mujeres como ellas.
Están doblemente presionadas por la sociedad: por un lado, se les dice que deben trabajar y realizarse profesionalmente. Por otro, reciben mensajes de que son “malas mamás” porque dejan a sus hijos al cuidado de otros.
Con mamá. Según estudios internacionales, asegura Flores, un niño debería permanecer junto a su madre, al menos los primeros tres años de su vida.
En países como los nórdicos, padres y madres tienen permiso para estar con sus hijos los primero dos años.
En Costa Rica, a las mujeres se les da una licencia de maternidad de cuatro meses: uno antes del parto y tres después. Además, tienen derecho a una hora de lactancia diaria en el trabajo.
Mariel y Kalina sentirían menos presión si por lo menos tuvieran la oportunidad de horarios flexibles o del teletrabajo.
“Si a mí me piden venir a trabajar de 4 p. m. a 10 p. m., yo lo haría”, manifestó Kalina Quirós, quien es mamá de Camilo, de casi siete meses de edad.
Mariel Chinchilla recurre a WhatsApp y a Skype para hablar con sus dos pequeños durante el día. Pero, al igual que Kalina, se sentiría más tranquila si pudiera trabajar algunas horas en casa, cerca de ellos.
La jerarca del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), Alejandra Mora, asegura que el Estado se esfuerza por mejorar las condiciones de las trabajadoras que son mamás. Citó el desarrollo de la Red de Cuido y la reciente aprobación de una ley para crear cuentas satélite para el trabajo doméstico no remunerado.