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Catania. AFP, AP y EFE. La incapacidad del capitán para maniobrar el barco y el exceso de personas a bordo, se perfilan como las causas de uno de los peores naufragios en el mar Mediterráneo en los últimos años.
Para la Fiscalía italiana, el tunecino Mohamed Alí Malek, de 27 años, capitán de la nave, es el principal responsable de este drama, pues permitió sobrecargar la embarcación y se mostró incapaz de maniobrarla.
Por ello, lo acusa de naufragio involuntario, homicidio múltiple involuntario y de haber favorecido la inmigración clandestina.
Los sobrevivientes afirmaron al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) que el desastre ocurrió cuando uno de los traficantes hizo chocar el barco contra el buque de contenedores King Jacob, de bandera portuguesa, que respondió a un pedido de auxilio, indicó la vocera Carlotta Sami.
“Dijeron que la persona que gobernaba su barco, el traficante, navegaba mal e hizo una mala maniobra que lo llevó a chocar contra el buque más grande”, dijo Sami, por teléfono, desde Sicilia. El barco volcó y se hundió.
Varios cientos de personas estaban encerradas en el nivel inferior, otras tantas en un segundo nivel y cientos más estaban en la cubierta, según los fiscales.
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Además, las autoridades señalaron que el carguero portugués “no ayudó” a evitar que se produjera el hundimiento.
Quienes sobrevivieron al accidente, en el que se da por muertas a 800 personas , llegaron ayer a la isla de Sicilia.
También arribaron los dos traficantes, quienes el viernes declararán ante un juez, que decidirá inculparlos o no. Hasta entonces, estarán presos en Catania.
Cantidad de víctimas. El balance oficial de la tragedia es de 24 muertos y 28 sobrevivientes , pero el número de desaparecidos suma unos 800, entre ellos niños y mujeres, según organizaciones humanitarias.
La Fiscalía no confirmó esta cifra, pero estimó en 850 el número de personas a bordo de este navío, de 20 metros de eslora, de acuerdo con los relatos de quienes fueron rescatados y a la estimación de la tripulación de la embarcación de carga.
El lunes en la noche, voceros del Acnur y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dieron por un hecho la muerte de 800 inmigrantes.
El bajo número de supervivientes se explicaría por el hecho de que “muchos migrantes, entre ellos mujeres y niños, estaban encerrados en la bodega” del barco.
“Había un poco más de 800 personas a bordo, entre ellos, niños de 10 o 12 años. Había sirios y unos 150 eritreos, somalíes”, manifestó Carlota Sami.
La investigación seguirá para determinar el número de fallecidos; incluso, se procederá a la recuperación de los restos del navío, según la Fiscalía.
Mientras tanto, el Vaticano planteó ayer que la posibilidad de que se reconozca a escala internacional, con la categoría jurídica de crimen en contra de la humanidad, la trata de personas.
El papa Francisco prevé recibir, el 28 de abril, al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para una reunión donde se hablará de la trata de personas, que para el Pontífice es una “tragedia del siglo XXI”.
Asimismo, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU manifestaron su apoyo a los países del sur de Europa que enfrentan el flujo de refugiados y llamaron a “fortalecer la respuesta global a este desafío común para proteger a los migrantes de ser victimizados”.
