Ciudad del Vaticano. AP y AFP. El papa Francisco dictó ayer una serie de pautas para los nuevos cardenales, entre las que destacan nada de intrigas, chismes, pactos de poder ni favoritismos.
Durante su homilía en la basílica de San Pedro, el Pontífice dijo a los 19 hombres que fueron elevados el sábado anterior al rango de cardenal que eviten comportarse como si estuvieran en una corte real y les pidió ser santos.
Para lograr este propósito, el Papa les recomendó que simplemente amen a quienes les sean hostiles o hablen mal de ellos y que sonrían a quienes quizá no lo merezcan.
Los cardenales ayudan al Pontífice en la preparación de políticas y eligen al nuevo jefe de la Iglesia.
Predicador de la humildad. Francisco intenta reformar la jerarquía de la iglesia , a menudo empañada por la arrogancia, el egotismo, la mezquindad y la mala fe.
Escándalos que involucran corrupción y poder tocaron lo alto de la burocracia vaticana en los últimos años, antes de que el Papa nacido en Argentina fuera elegido en marzo del año pasado.
Ayer, mientras daba su mensaje a los fieles en la plaza de San Pedro, Francisco fue interrumpido por aplausos cuando dijo que los obispos, cardenales y el Papa deben ser buenos sirvientes y no buenos jefes del pueblo que sigue a Dios.
En la misa para ordenar a los nuevos purpurados, Francico pidió a los eclesiásticos tener las prioridades correctas, diciendo que Jesús no murió en la cruz para enseñarnos buenos modales.
“¿Viste cómo iba vestida aquella, cómo iba vestido aquél? A veces se hace esto después de la misa, ¿o no? ¡Se hace! ¡Y esto no se debe hacer! Debemos preocuparnos por nuestros hermanos y hermanas que tienen una necesidad, una enfermedad, un problema”, expresó Francisco en la plaza de San Pedro el 12 de febrero pasado.
El Sumo Pontífice presidió la liturgia de ayer junto a 150 purpurados, reunidos desde hace varios días en el Vaticano para participar en un consistorio extraordinario de dos días sobre el tema de la familia , y luego para la creación de los nuevos cardenales.
De los nuevos cardenales, cinco son de Latinoamérica, y otros de Costa de Marfil y Filipinas.
Con estos nombramientos entran en el colegio cardenalicio 16 nuevos electores, de menos de 80 años, que participarían en el nombramiento del próximo papa en caso de haber un cónclave.
Los otros tres, eméritos, tienen más de 80 años y no tienen derecho de voto en el cónclave.