Ciudad del Vaticano. AFP. El papa Francisco privilegió a la Iglesia de América Latina con la designación ayer de cinco cardenales oriundos de esta región (Argentina, Brasil, Chile, Haití y Nicaragua) e incluyó uno de la isla antillana de Santa Lucía, entre los nuevos 19 purpurados.
El Sumo Pontífice hizo el anuncio al término del ángelus dominical desde la ventana del palacio apostólico ante los miles de peregrinos que asistían en la plaza de San Pedro.
La mayoría de los nuevos purpurados (10) provienen de la “periferia del mundo” y respetan la voluntad del primer papa latinoamericano de privilegiar a una Iglesia “pobre para los pobres” , humilde y cercana a la gente.
Con esas designaciones, el Papa argentino modifica sin llegar a revolucionar los equilibrios internos del Colegio de Cardenales , órgano más importante de la Iglesia, al convertirlo en menos eurocentrista.
En la lista de los primeros purpurados de su pontificado, inaugurado en marzo anterior, se encuentran importantes figuras de ciudades de América Latina, la región que cuenta con el mayor número de católicos del mundo y que por décadas estuvo poco representada en el Colegio.
Entre ellos, cinco son “electores”; es decir, con derecho a voto en caso de elección de un papa por tener menos de 80 años.
Recibirán el birrete rojo, así como el título y el anillo durante una ceremonia solemne programada para el 22 de febrero en el Vaticano el nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua; el brasileño Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro; el argentino Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires.
Igualmente, fueron designados el chileno Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago de Chile, y el haitiano Chibly Langlois, obispo de Les Cayes.
De los tres eméritos y sin derecho a voto por tener más de 80 años, figura el anciano monseñor antillano Kelvin Edward Felix, por años arzobispo de Castries, en la isla caribeña de Santa Lucía.
Criterios para elegir. Francisco quiso promover también a religiosos que residen en zonas olvidadas, azotadas por la miseria y los conflictos, entre ellos el arzobispo de Abiyán, Costa de Marfil; el de Uagadugú, la capital de Burkina Faso; el del devastado Haití, y el de la zona en conflicto de Mindanao, en las islas Filipinas.
Además del anciano obispo antillano, recibirá el título honorífico el arzobispo de Seúl, Corea del Sur, Andrew Yeom Soo-jung.
Los nuevos purpurados serán investidos durante el primer consistorio del pontificado del jesuita Francisco.
Las designaciones se anunciaron con cerca de un mes de antelación para que los futuros “príncipes de la Iglesia” tengan el tiempo suficiente para prepararse y organizar su viaje a Roma.
Entre los elegidos con derecho a voto en un cónclave figuran cuatro italianos, un alemán, un británico, un canadiense.
El Papa argentino entregará por primera vez el capelo cardenalicio --que simboliza la fidelidad a la Iglesia hasta el martirio-- a cuatro importantes asesores en la gestión de la curia romana.
Entre ellos, el italiano Pietro Parolin, secretario de Estado; el guardián del dogma, el conservador alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe, y el italiano Lorenzo Baldisseri, secretario del Sínodo de Obispos.