Bruselas
Los mandatarios de la Unión Europea (UE), reunidos desde este jueves en la capital belga, cerraron filas con su par español Mariano Rajoy y descartaron una eventual mediación en la crisis catalana.
Encabezados por Francia y Alemania, manifestaron esta mañana que "no hay espacio para ningún tipo de mediación o iniciativa internacional", según dijo en conferencia de prensa el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien reiteró que la situación en Cataluña "no está en (la) agenda".
Las instituciones europeas han reiterado que esta crisis es un "asunto interno" de España, y han expresado su respeto al marco legal de este país miembro del bloque.
La respuesta del gobierno español para impedir la celebración del referendo del 1.° de octubre, con cargas policiales contra la población y la incautación de urnas, provocó una brecha en la posición europea y varios líderes condenaron la violencia.
Semanas después, la UE, mantiene su apoyo a Madrid, pero la presión sobre Rajoy aumenta con los llamados de líderes europeos a alcanzar una solución dialogada.
"La fuerza de los argumentos es siempre mejor que el argumento de la fuerza", dijo recientemente Tusk.
A su llegada a la cumbre, los líderes europeos se dividieron entre el apoyo firme a Madrid y los llamados al "diálogo", que contrastó con el silencio de Rajoy, quien no se expresó sobre Cataluña durante la cumbre.
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Un optimista presidente francés, Emmanuel Macron, quien mantuvo una reunión bilateral con Rajoy, aseguró a su llegada que esta sería una cumbre marcada por un "mensaje de unidad" con Cataluña.
La canciller alemana, la influyente Angela Merkel, una líder próxima a Rajoy, expresó su apoyo a la posición del gobierno español y abogó por que "se hallen soluciones en base a la Constitución" española.
Un silencioso Rajoy
El presidente del gobierno español entró a la sede del Consejo Europeo en Bruselas sin decir palabra a la prensa.
Horas antes, su gobierno anunció que tomará medidas para intervenir el gobierno de Cataluña y un consejo de ministros extraordinario está previsto con ese fin para el sábado.
La crisis en España no está en la agenda y, pese al "mensaje de unidad" de Macron, no se espera ninguna declaración de los líderes. Fuentes diplomáticas habían indicado que Rajoy abordaría la cuestión si alguien le preguntaba.
Eso no evitó las declaraciones de los líderes, entre ellos del primer ministro esloveno, Miro Cerar, que supusieron un jarro de agua fría a los partidarios de la independencia al evitar comparaciones entre Cataluña y la separación de Eslovenia en 1991 de la entonces Yugoslavia.
"Cuando Eslovenia decidió declarar la independencia, lo hicimos porque nuestro Estado anterior (...) comenzó a romperse" y, además, "no era un Estado democrático", explicó el primer ministro esloveno, para quien España "es un Estado democrático".
Para Cerar, uno de los mandatarios en condenar las cargas policiales del 1.° de octubre, la solución a la crisis debe resolverse "de acuerdo con el orden constitucional" de España y "de manera pacífica y no violenta a través del diálogo".
La voz discordante entre los líderes es la del primer ministro belga, Chales Michel, quien en un lenguaje mucho más fuerte llamó este jueves a "una desescalada" en España y al "diálogo" para hallar una "solución política".
Las anteriores declaraciones de este líder, que gobierna Bélgica en coalición con nacionalistas flamencos, enfadaron al gobierno español que, según el diario belga Het Laatste Nieuws, envió varios correos oficiales criticando su posición.
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La declaraciones de Michel al diario belga Le Soir sobre una eventual "mediación" si falla el diálogo en España, algo que rechaza de plano Madrid pero que piden las autoridades catalanas, sería el foco de la indignación española.
A su llegada a la cumbre, el primer ministro belga quiso quitar hierro a las informaciones, subrayando que España es "un país amigo" con el que no se generó "ningún incidente, ninguna crisis" diplomática, aunque evocó una "instrumentalización" de sus declaraciones por Madrid.
Fuentes diplomáticas belgas rechazaron además que el embajador de Bélgica en España fuera convocado por Madrid y aseguraron que las autoridades españolas negaron una eventual represalia contra la candidatura de una belga a la cabeza de la agencia de cooperación policial Europol, como apunta la prensa belga.