Bruselas. AFP. Los líderes de la Unión Europea (UE) decidieron ayer buscar el aval de Naciones Unidas para una operación militar contra los traficantes de personas en Libia y triplicaron los fondos para las operaciones de rescate en el Mediterráneo.
Presionados por la última tragedia en el Mediterráneo, que el domingo dejó al menos 800 muertos en un naufragio frente a las costas de Libia , los mandatarios debían pronunciarse sobre una serie de medidas de actuación.
El jefe de Gobierno italiano, Matteo Renzi, precisó en conferencia de prensa que Francia y Reino Unido presentarían una resolución ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el fin de obtener su aval para organizar una operación militar.
Esta, que se encargará de preparar la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tendría como objetivo “capturar y destruir” los buques utilizados por los traficantes de seres humanos, puntualizó.
La respuesta inmediata la dieron al decidir triplicar los fondos para las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo, pasando de tres a “al menos” nueve millones de euros por mes.
“Queremos actuar rápido. Esto significa triplicar los recursos financieros”, afirmó la canciller alemana, Ángela Merkel.
Los mandatarios no alteraron el mandato de la operación actual que se limita a 30 millas náuticas (55,5 kilómetros) de las costas europeas, lo que hubiese “llevado meses” modificar, señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Sin embargo, esto no impide socorrer un barco en dificultad como lo exige el derecho del mar. “En caso de catástrofe no hay límites geográficos o políticos”, manifestó Tusk.
Varios mandatarios propusieron más medios para las operaciones en el Mediterráneo.
El presidente francés, François Hollande, ofreció dos buques y dos aviones adicionales, mientras que el primer ministro británico, David Cameron, ofreció el HMS Bulwark, un buque multifacético de desembarco, tres helicópteros y dos patrulleros.
Bélgica declaró que desplegaría su buque de mando y apoyo logístico. Otros países ofrecieron contribuciones, entre ellos Alemania, con dos embarcaciones; Suecia, Dinamarca y Noruega.
De momento, la agencia europea de las fronteras Frontex dispone de la contribución de 21 Estados miembros que ponen a disposición siete buques, cuatro aviones y un helicóptero.
Pendiente. Sin embargo, los mandatarios no lograron acordar ayer la acogida de los refugiados.
“Nadie se hace ilusiones. Los problemas no serán resueltos hoy (ayer)”, advirtió Tusk en su llegada a la cumbre.
El plan de acción de diez puntos presentado el lunes, que proponía “reinstalar” hasta 5.000 personas con estatuto de refugiados, terminó siendo en la declaración final un “plan piloto en la UE” sobre una base voluntaria.
“Hubiese esperado algo más ambicioso, pero no fue posible”, se lamentó el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que proponía “reinstalar” hasta 10.000 refugiados.
La propuesta del lunes planteaba reubicar, entre otros, a los refugiados sirios en terceros países como Turquía, Líbano o Jordania, al tiempo que invitaba a los Estados miembros a ayudar a Italia, Grecia, Malta y Chipre, los países más expuestos al flujo de inmigrantes por mar.
Esta propuesta contradecía la reglamentación europea que impone la misión de gestionar las solicitudes de asilo al Estado al que llegan los inmigrantes.
La agencia para los refugiados, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y otros organismos de las Naciones Unidas para las migraciones consideraron el plan como “minimalista”.
Amnistía Internacional calificó este plan como “desgraciadamente y vergonzosamente inadecuado” y “no podrá frenar la espiral de muertes en el mar”.
Los líderes europeos también decidieron “incrementar su apoyo a Túnez, Egipto, Sudán, Malí y Níger, entre otros” para controlar sus fronteras y rutas, con el objetivo de frenar la llegada de los migrantes a las costas del Mediterráneo.
Decidieron asimismo organizar una cumbre con la Unión Africana en los próximos meses para resolver “las causas de las migraciones”.