Bahía Blanca, Argentina. Hundido en el fondo del mar o flotando a la deriva, el submarino argentino ARA San Juan, con 43 hombres y una mujer a bordo, aún sigue sin ser hallado pese a los rastrillajes de una coalición internacional de barcos y aviones.
A 12 días de desaparecido, la búsqueda del sumergible se ha concentrado este lunes en un área del Atlántico sur, a unos 500 km de las costas de la Patagonia.
El buque está diseñado para no ser detectado. "La detección de un submarino es un proceso muy difícil y hay muchos factores que entran en juego, como el clima", dijo Adam Slavinsky, piloto de un avión P-8, de la Marina de los Estados Unidos, a su regreso de una misión de reconocimiento.
La aeronave norteamericana sentó su base de operaciones en puerto Belgrano, la mayor unidad de la Armada (marina de guerra) de Argentina. Desde allí se coordinan las misiones de búsqueda, a unos 800 km al sur de la capital.
Las condiciones meteorológicas se han vuelto de nuevo adversas. Las olas alcanzan alturas superiores a los tres metros, según el último reporte de la Armada.
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"No tenemos ninguna fecha límite para la búsqueda. Queremos continuar con la ayuda en todo lo que podamos y queremos permanecer aquí el tiempo que podamos contribuir a la investigación", dijo Slavinsky.
Desde puerto Belgrano, dos aviones P-8 de la Marina estadounidense son operados por tres equipos cada uno para que puedan realizar las operaciones de búsqueda las 24 horas del día. Las aeronaves están equipadas con cámaras y escáneres.
También, los P-8 lanzan boyas equipadas con sensores para tratar de detectar el sumergible en profundidad, comprobó un camarógrafo de la AFP a bordo de la misión.
Trabajo conjunto
Más de una decena de países participa del operativo de búsqueda y rescate. Pero los que poseen la "tecnología y los medios modernos más adecuados son Estados Unidos y Rusia, como un legado del desarrollo en la Guerra Fría", manifestó el ingeniero naval y experto en submarinos Horacio Tettamanti.
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"Además de la razón humanitaria y la ética marítima, para Estados Unidos y Rusia no deja de ser una oportunidad de despejar hipótesis que no se pueden hacer todos los días de operar un rescate en un campo real, no en un ensayo", agregó Tettamanti.
En el punto de búsqueda, el océano tiene diversas profundidades. Hay sectores de 300 metros y otros de 1.000 metros.
La mayor expectativa en las últimas horas está puesta en lo que pueda detectar un equipo conocido como "minisubmarino", traído al país por la Marina de Estados Unidos.
El barco que transporta la cápsula de rescate en el minisubmarino zarpó el domingo del puerto de Comodoro Rivadavia, a unos 1.750 km al sur de Buenos Aires.
Otro minisubmarino, aportado por Rusia, estaba a punto de ser trasladado al área de búsqueda.
Algunos expertos, como Tettamanti, sostienen que los primeros 14 días de búsqueda son claves para encontrar sobrevivientes, después las posibilidades de que esto ocurra disminuyen.
La última comunicación del ARA San Juan, con 66 metros de eslora (longitud) y uno de los tres sumergibles de la Armada argentina, fue el miércoles 15 de noviembre a las 13:45 GMT (9:45 a. m. en Costa Rica). Había superado, al parecer, una avería en las baterías.
El motivo de la desaparición "puede ser una explosión, un incendio o una repentina inundación", conjeturó Tettamanti.
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Dos fuentes internacionales, un centro antinuclear con sede en Austria y un sistema de detección de Estados Unidos, informaron la semana pasada a Argentina de que se registró una explosión en la zona el día de la desaparición.
Los familiares de los tripulantes recibieron el informe como la peor de las noticias. Cundió entre ellos el temor de que hubiesen sufrido un accidente de consecuencias mortales.
La Armada, sin embargo, considera que los marinos pudiesen aún estar "en condiciones de supervivencia extrema"."La búsqueda llevará tiempo", declaró el experto militar y politólogo argentino Rosendo Fraga.
Pero Tettamanti precisó que "no hay precedentes en la historia de la humanidad un despliegue de esta magnitud" en alta mar para rescatar con vida a submarinistas.