La deuda pública del Gobierno Central terminó, en el 2016, en el 45% de la producción del país.
Dicho indicador creció en 11 puntos porcentuales, comparado con el 2013, cuando cerró en 35% del producto interno bruto (PIB), informó este viernes el Ministerio de Hacienda.
El incremento de la deuda muestra que lo ingresos del del Gobierno son insuficientes para financiar los gastos, con lo cual recurre a pedir dinero prestado.
Helio Fallas, jerarca de la entidad, explicó que el incremento continuo de la deuda ocurre pese al esfuerzo de contener el gasto.
"Aquí es donde se explica la necesidad de la reforma fiscal. Entre más se atrase la reforma, más grande será el ajuste que deberá hacerse", detalló Fallas.
El rápido incremento de la deuda publica del país fue una de las razones por las cuales la calificadora Fitch Ratigns decidió bajar la nota de riesgo soberano de Costa Rica.
"La carga de la deuda seguirá aumentando en ausencia de medidas fiscales significativas, y se espera que la deuda alcance más del 60% del PIB dentro de la próxima década", enfatizó Fitch en su comunicado de este jueves.
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Del lado del déficit fiscal este finalizó el año pasado en 5,2% del PIB.
El principal componente fue el pago de los intereses de la deuda que ascendió a -2,8% de la producción y el déficit primario fue de -2,4%.
"El déficit primario lo logramos bajar del 3% del PIB en el 2015 a 2,4% en el 2016; pero los intereses es otra tendencia", aseguró el jerarca.
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Los ingresos tributarios del Gobierno crecieron 9,2% el año pasado frente al 2015. Mientras que los gastos lo hicieron en 6% para el mismo periodo.
El gasto corriente, dentro el que se encuentran pago de salarios, consultorías, viáticos, bienes y servicios, entre otros, desaceleró su crecimiento al pasar de 9,4% al finalizar el 2015 a 5,8% a diciembre 2016.
El rubro Remuneraciones creció 4,4 puntos porcentuales menos que a diciembre 2015, lo que le convierte en el menor ritmo de crecimiento de los últimos 10 años.
Al cierre del 2016, se mantuvo el mismo nivel del gasto corriente que al término del 2013, en relación con la producción, aun cuando el porcentaje por pago de intereses de la deuda con respecto al PIB, pasó de 2,5%, en el 2013, a 2,8% tres años después.
Por su parte, el gasto de capital, destinado a inversión, se mantuvo en un 1,8% en relación con el PIB.
"Bajamos el déficit más de lo previsto, subimos ingresos y desaceleramos gastos con las alternativas que tenemos, ahora mejoradas con los avances tecnológicos de los últimos dos años", afirmó Fallas.