Realizar una prueba de medio Ironman requiere de mucha preparación para superar la desgastante competencia y culminar en menos de ocho horas y media, tiempo límite para llegar a meta.
En el 70.3 de Costa Rica, que se realizará en Playas del Coco, el calor se añade como un factor importante al reto de vencer 1,9 kilómetros de natación, 90 de ciclismo y 21 de atletismo.
La salida de la carrera será a las 6:15 a. m. y los primeros lugares llegarán a meta con tiempo de poco más de cuatro horas, pero la mayoría lo hará en promedio de seis horas.
Es decir, les tocará hacer la media maratón cuando ya las temperaturas están elevadas.
El Instituto Meteorológico Nacional pronostica para la zona de Carrillo una temperatura máxima de 31,9 grados centígrados, que combinados con las lluvias previstas para viernes y sábado, dificultan el reto a los competidores.
"En junio, la zona del Coco es muy húmeda, siempre será caliente por ser costera, pero se agrega lo húmedo y eso hace que se incremente la sensación de temperatura", comentó José Pablo Sánchez, de UP Costa Rica, organizador de eventos de triatlón.
Por esa razón, es esencial que los deportistas no fallen con la hidratación y sigan su plan al pie de la letra, para que el calor no les pase factura.
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"Muchos atletas estarán a mediodía corriendo, definitivamente todo cálculo que se haya hecho en el entrenamiento debe contemplar esto. El consumo de líquido debe elevarse más de lo que normalmente han estado consumiendo, a no ser que haya entrenado a mediodía, que igual es una buena estrategia", comentó Adrián Romero, asesor científico oficial del evento.
Romero aseguró que el mejor escenario ante una mala hidratación es disminuir el rendimiento, pero eso se queda corto ante el riesgo que sufre la salud si no se toman las medidas correctas antes, durante y después de la competencia.
Esto es algo que prevé la organización, por lo que ubicarán los puestos para hidratación cada kilómetro, pese que en los eventos Ironman siempre se hace cada 1,6 km durante el recorrido de atletismo.
Los 21 kilómetros se disputan en un circuito de dos vueltas y media en una zona residencial. Se trata de una carrera plana, por lo que se puede hacer rápido.
Antes de eso los participantes nadarán en las aguas del Coco y después tomarán su bicicleta en la cancha de fútbol de la zona, donde se hará la transición uno.
"Los atletas van a encontrar fauna marina, hay mucho coral, es una natación muy bella, de agua cristalina", explicó Edwin Vargas, quien es parte de la organización.
Es en el ciclismo cuando los triatletas se medirán al terreno más variable, con subidas y bajadas falsas (poca inclinación) y la mayor parte plana. Será un circuito de dos vueltas.
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"El único ascenso fuerte que tienen que hacer es al inicio, en la salida del Coco, por ahí solo pasan una vez", detalló Vargas.
Los atletas consideran que el peligro de este circuito es que en un momento dado habrá muchos competidores juntos, lo que dificultará la maniobra del drafting, que consiste en "chupar rueda" de otro ciclistas, algo prohibido en eventos Ironman.
"Habrá que adelantar mucho, puede que vaya a estar muy congestionada la carretera. Sobre todo, hay que tener cuidado para no caerse y evitar un accidente", explicó el nacional Pablo Arce.
Los primeros en tomar la salida serán los profesionales masculinos, cuatro minutos después lo harán las mujeres y luego los grupos por edad, con el mismo tiempo de espera entre uno y otro.