Belén. La Selección Femenina Sub-17 de Costa Rica se juramentó ayer en un acto en que las palabras de aliento y motivación volaron de un lado a otro del Salón Curime del Hotel Double Tree, en Belén.
A tres días del debut en el Mundial de la categoría que se realizará en el país, las 21 muchachas que integran el equipo pronunciaron con fuerza el “sí juro”, ante la consabida consigna recitada por el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li.
Fueron palabras simbólicas que confirmaron el compromiso de estas futbolistas con los colores blanco azul y rojo, el cual, de todas maneras, no podría ser nunca cuestionado. Ellas tienen más de un año levantándose a las 4 a. m. para entrenar a las 5, ir a clases y luego volver a la cancha en horas de la tarde.
Tal y como lo dijo el secretario general de la Fedefútbol, Rafael Vargas, fue una ceremonia muy “familiar”. No hubo personeros de FIFA e incluyó a solo a los dirigentes que más de cerca estuvieron en el proceso del equipo.
Eso permitió que Li obviara un discurso formal que traía escrito, para “hablar de corazón”.
“Me siento orgulloso de ustedes por el trabajo y el esfuerzo que han hecho. Las he visto crecer y han mejorado demasiado. Me siento muy tranquilo, muy optimista con lo que va a pasar en este Mundial. Sé que van a llegar más lejos de lo que ustedes mismas piensan”, dijo Li.
Entre las jugadoras, eligieron a Indira González para responder.
“Estamos muy ilusionadas. Ya queremos que llegue el sábado (juego ante Venezuela a las 8 p. m.), queremos correr hasta caer y ojalá podamos darle una alegría muy grande al país”, dijo la joven de 16 años.
Después de la juramentación, el equipo fue a cenar y después tenían programada ir al cine a ver una película, en una función reservada.
Hoy, su agenda incluye una charla a las 9 a. m., atención a la prensa a las 2:30 p. m. y entrenamiento en la cancha de Piedades de Santa Ana a las 4 p. m.