El Mundial Femenino Sub-20 en Canadá ratificó una máxima para el fútbol de Costa Rica, que ha sido deficitario en sus presentaciones y únicamente registra derrotas.
Las frías estadísticas son desalentadoras para la Tricolor , después de cuatro copas de la FIFA disputadas en la rama femenina, dos en Sub-17 y otras dos en Sub-20.
En 12 partidos acumulados, tiene igual cantidad de reveses y un elevado gol negativo de -27, pues solo suma seis dianas anotadas frente a la friolera de 33 recibidas.
Ahora, en Canadá, el equipo perdió en fila ante Francia (1-5), monarca europeo; Paraguay (1-2), subcampeón suramericano; y Nueva Zelanda (0-3), el mejor de Oceanía.
En consecuencia, la Sele no pasó a la segunda fase de cuartos de final, con el agravante de que ahora se despidió como el equipo más goleado y el que ocupará el sótano.
La situación también se repitió en las anteriores copas, en las que figuró en las penúltimas posiciones en los Sub-17 de Nueva Zelanda del 2008 y Costa Rica 2014, así como en el Sub-20 de Alemania del 2010.
“No puedo decir que el fútbol femenino trabaja mal, pero no somos profesionales. Esa es la gran diferencia con los otros países, que viven del fútbol. Las nuestras tienen que trabajar. Se ocupa proceso mínimos de cuatro a cinco años. La juventud del equipo nos hizo pagar un derecho de piso demasiado alto”, ripostó, desde Toronto, el seleccionador tico, Carlos Avedissián.
Muy novatas. Aparte de que su fútbol fue intermitente e inocente, las muchachas no superaron los nervios y la ansiedad, nuestro país presentó un conjunto muy novato en estos certámenes.
“Pagamos caro haber traído un equipo muy joven, mientras los otros países llegaron al torneo con la edad límite de 20 años”, manifestó Avedissián a La Nación .
De hecho, Costa Rica fue la segunda selección con el promedio de edad más bajo del Mundial Sub-20, con 18,1 años, detrás de Ghana, que arribó con una media de 18 años.
“Le hemos dicho a la FIFA que no somos potencia para eliminar una selección de un proceso a otro y armar una nueva. A Costa Rica no le da el material humano para hacer eso, a pesar de que tenemos selecciones regionales y trabajamos una Sub-15”, resaltó Avedissián.
La próxima Sub-20, expresó, hallará promesas con una Sub-20 y otra con dos en Sub-17 y Sub-20.
“Nunca encontramos un material idóneo entre los años 1994 y 1995, que hiciera diferencia. Entonces, se apostó a esa juventud, no por capricho, sino apostando a un proceso futuro. Nos queda una camada de jugadoras que dará un fruto importante”, comentó el técnico.
Sobre el tema, la mejor promesa tica en Canadá, la ariete Melissa Herrera, explicó en la página de la FIFA que “el fútbol femenino todavía no tiene demasiado apoyo en Costa Rica, a diferencia de otros países como Estados Unidos, donde hay ligas más profesionales”.
Su compañera, la zaguera María Paula Coto, admitió en el mismo sitio que a la Tricolor le queda un largo camino por recorrer antes de competir de igual a igual contra los mejores equipos del mundo.