Alajuela. El sueño manudo de clasificarse al Mundial de Clubes se complica. Y apenas cuando comenzó la parte buena de una travesía que quisieran alargar hasta diciembre en Marruecos.
El amargo empate de ayer por marcador de 0-0 en el estadio Alejandro Morera Soto es un presagio malísimo para los rojinegros.
Nadie imaginó que algo así pudiese suceder ante, en teoría, el oponente más accesible de todos los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf. Las otras opciones son todas clubes de México y de Estados Unidos.
Quizás Alajuelense sufrió algo del exceso de confianza que tanto reclaman los equipos costarricenses cuando sucede en su contra.
Pues el Árabe Unido es un rival duro, recio, incómodo. Se defiende con mucha fiereza y tiene buen contragolpe. Lo demostró durante 90 minutos. Así jugó la ida y le resultó. Quien sabe para que cambie demasiado en la vuelta.
Bajo esas condiciones, Alajuelense deberá ir entonces a buscar un triunfo a Panamá, o por lo menos una igualdad con goles, dado que el factor de la anotación en calidad de visitante está vigente.
No obstante, esa dizque ventaja, se nubla un poco al mencionar el antecedente más reciente en territorio canalero: una derrota ante Sporting San Miguelito durante la primera ronda del certamen, el 22 de agosto del 2013 (0-1).
Tras de eso, deberá hacerlo en medio de una agenda que está sumamente cargada de partidos.
Antes del 20 de marzo, día de la vuelta en el estadio Rommel Fernández, los erizos tienen dos partidos importantes por el Verano 2014: frente a Limón FC este mismo miércoles como visitantes y el domingo ante Carmelita en casa.
En ambos se espera que el técnico Óscar Ramírez utilice suplentes, puesto que nadie en la Liga oculta que su prioridad en este semestre es el torneo regional.