La detención de Eduardo Li, el 27 de mayo pasado, marcó un antes y un después, no solo en la vida del expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol, sino que también ha impactado directamente a su familia más cercana. Así lo reflejó Mally Chaves, exesposa de Li, en la siguiente entrevista concedida a La Nación.
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¿Cuál es su relación actual con Eduardo Li?
Eduardo y yo estamos formalmente casados. Sin embargo, tenemos tres años de separados y esta situación no ha cambiado. Él es el padre de mis hijos. Es un amigo a la par de quien invertí muchos años de mi vida como esposa. Fuimos socios en un negocio que vendimos hace varios años. Ahora nos une un vínculo muy lindo de por vida, nuestros hijos.
¿Por qué usted ha estado tan involucrada en la defensa si ya no es la esposa?
Como le indiqué, a pesar de estar separados él es un amigo, una persona a quien le tengo un cariño especial. Es el padre de mis hijos y me necesita en estos momentos. Mis hijos están muy jóvenes para poder hacerle frente a la situación actual de su papá. Por eso yo los represento a ellos ante los abogados.
”Hago por él lo que me gustaría que hicieran por mí”.
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¿Le incomodó que le tomaran fotografías saliendo de la Corte en Nueva York y la nombraran como la esposa de Eduardo Li?
No tengo valoración al respecto. Sin embargo, sí le puedo decir que no me corresponde ningún protagonismo en este tema por ser aún legalmente su esposa. Soy la madre de sus hijos. Él es una persona especial para la familia”.
Usted ya no se considera la esposa, pero en este momento, ¿puede afirmar que es una de las mejores amigas que él tiene?
Correcto, somos los mejores amigos.
¿Qué papel ha tenido que adoptar con sus hijos?
Mis hijos son muy fuertes y valientes y tienen todo el interés de ayudar y apoyar a su papá. Ellos están aún en etapa de formación universitaria y profesional. Yo les admiro ese deseo de apoyar a su padre. Como su madre, he intentado en todo momento comportarme como una mujer fuerte y apoyarlos.
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¿A nivel familiar qué ha sido lo más difícil?
Todo ha sido difícil. Sin embargo, como familia lo hemos afrontado unidos.
¿Usted y sus hijos han sufrido algún maltrato de parte de la gente al estar él detenido?
No, para nada, gracias a Dios. Sabemos que en las redes sociales existen expresiones de todo tipo y manifestaciones de opiniones que no entramos a valorar ni les hemos prestado atención.
”Sí tengo que agradecer a una gran cantidad de personas, muchas desconocidas, que nos han manifestado su aprecio, solidaridad y que formamos parte de sus oraciones diarias, que han ofrecido misas y cadenas de oración. Esto se agradece en todo momento. Es increíble el apoyo lindo y sincero de tantas personas”.
¿Qué ha hecho usted con sus hijos para que puedan sobrellevar la carga emocional que genera esta situación?
Con soporte psicológico, acercándolos al máximo a Dios para que entiendan que Él escoge a sus mejores guerreros siempre. Además, ellos son chicos fuertes que aman a su papá y ese amor los mantiene firmes y con fe.
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¿Cómo es la vida de ustedes ahora al hacer cosas tan comunes como ir al supermercado o ir a un restaurante?
Todo sigue igual, tenemos una vida normal que hemos debido ajustar para afrontar juntos el proceso penal contra Eduardo.
¿Los negocios familiares se han visto afectados por la acusación que enfrenta él?
No. El negocio que yo lidero de logística y consolidación de carga no tiene ya relación con Eduardo. Eduardo y yo vendimos en el 2008 el negocio que construimos juntos por casi 25 años.
”Desde entonces estoy a cargo de este negocio de logística y consolidación de carga. La situación de Eduardo no tiene por qué afectarnos y así lo han entendido claramente los clientes”.
¿Usted ha aportado bienes personales para la defensa?
Sí señor.
¿Hubo personas que tanto usted como don Eduardo Li consideraban amigos y que tras lo acontecido le dieron la espalda?
Sí señor, pero se entiende. Hay que tener mucha personalidad para sacar el pecho por un amigo en un caso así. Sin resentimiento alguno.
”También salieron los verdaderos amigos. Todo esto ha sido una experiencia que cambia tu vida para positivo”.
¿Cómo vive este proceso el entorno familiar del señor Li, aparte de usted y sus hijos?
Solo tiene vivas dos hermanas mayores que él, quienes también lo han apoyado desde el primer día. Y una familia con muchas tías y primos. Todos son muy religiosos, esto les da paz y confianza de que todo saldrá bien.
¿Algún dirigente de la Federación de Fútbol los ha acompañado en este proceso o por el contrario nadie se ha involucrado?
No. El contacto con la Federación ha sido únicamente a través de los abogados.
¿Qué piensa de que a raíz de lo acontecido se haya hecho público el patrimonio familiar?
No tengo un criterio positivo o negativo. El tema de seguridad siempre es una preocupación en todo núcleo familiar.
”Sin embargo, no tenemos temor alguno por lo que se ha dado a conocer. Todo ha sido fruto de 30 años de trabajo arduo”.
¿Cómo se dieron cuenta de la detención de él? ¿Por las noticias? ¿Alguien los llamó?
Un sobrino nos avisó de las noticias en el instante en que se daba la detención.
¿Cuánto cambió la vida de la familia a partir de ahí?
Mucho. Hemos tenido que hacer ajustes muy diversos, incluyendo el tiempo para poder atender las diferentes situaciones que surgen a partir de la detención de Eduardo y el proceso.
En la audiencia de la semana pasada en la Corte del Distrito Este de Nueva York, usted y su hija Andrea Li intentaron abrazar a don Eduardo, pero la justicia de EE. UU. lo impidió. ¿Qué tan difícil fue no poder hacerlo?
Sí. Logramos darle la mano. Estábamos muy satisfechos con el logro: el abrazo puede esperar.
A pocos días de que don Eduardo salga, ¿él les ha dicho si quiere comer algún platillo en especial o que le lleven algo de nuestro país? ¿Qué cosas?
Él se ha adaptado. No se queja por nada. Eduardo es un líder positivo y no es la excepción en ese lugar. Es increíble, nos habla de tal manera que nos da más fuerza para seguir adelante cada día. Quiere comer de todo.
Sobre don Eduardo, ¿qué tan cambiado física y emocionalmente lo encontró?
Ha perdido aproximadamente 20 libras (nueve kilos). Es muy duro verlo así, realmente impacta. Por eso la necesidad de la fianza, a ver si se recupera, nos preocupa su salud.
”Eduardo se ha refugiado aún más en Dios. Yo personalmente pienso que ese acercamiento a Dios, a pesar de la dura prueba, lo hace un vencedor y una persona dichosa”.
¿Cómo ha llevado la hipertensión y la diabetes que padece?
Él se ejercita y las autoridades le han dado atención médica. Sé que hace yoga, juega ajedrez, lo que le permite sobrellevar sus enfermedades.
¿Quiénes podrán visitarlo una vez que salga de la cárcel?
Lo pueden visitar familiares y personas que sean previamente autorizadas por las autoridades competentes.