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La esposa del expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, Mally Chaves habla por teléfono por delante de su hija Andrea Li, a su salida de la Corte del Distrito Este, en Nueva York. (EFE)
Por primera vez en casi nueve meses de estar en prisión, Eduardo Li sonrió.
El costarricense lo hizo, al observar que en la Corte del Distrito Este de Nueva York estaban sus familiares.
Y también lo hizo después, cuando recibió la noticia de que el juez Robert Levy le aprobó el paquete de fianza que presentó para obtener el beneficio de salir de la prisión.
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A unos metros de Li estaba su hija mayor Andrea, quien viajó con su mamá, Mally Chaves, a darle apoyo en el momento más decisivo desde que fue arrestado el 27 de mayo pasado.
“Este es el primer ‘round’, falta lo más duro. Lo seguiremos apoyando. Damos gracias a Dios y a todas las personas que creen en él y lo ayudaron”, manifestó la muchacha a La Nación desde Nueva York.
Andrea se refiere a que el exjerarca continuará afrontando el proceso judicial, ya no desde una celda, sino en un apartamento en EE. UU. donde permanecerá bajo la modalidad de arresto domiciliario.
“Creemos firmemente en que pueda limpiar su cara y recuperar su vida”, añadió.
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El juez Levy le permitirá salir de prisión al exjerarca siempre y cuando cumpla con el paquete propuesto por la defensa, que incluye el pago de $1,1 millones (¢596 millones), de los cuales $300.000 son en efectivo y el resto con dos propiedades en Estados Unidos, una de ellas en Miami y la otra en Alaska, cuyo dueño es un allegado suyo.
El 8 de marzo habrá otra audiencia para verificar que presenta el respaldo de su fianza.
Podría dejar antes el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde está recluido desde el 18 de diciembre, si cumplir con los requisitos.
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Una vez afuera, se mantendrá bajo vigilancia electrónica las 24 horas del día, portará un brazalete de monitoreo constante, además habrá una alarma en las puertas del sitio donde vivirá. Él se hará responsable de los costos que implique tales medidas de seguridad, según su oferta.
Extensa audiencia. Durante casi dos horas y media, los tres abogados de Li y la Fiscalía presentaron sus argumentos. Los primeros con el fin de convencer a Levy de que el tico no tiene ninguna intención de fugarse, mientras que los fiscales insistieron en que las garantías propuestas no eran fiables por “serio peligro de fuga”.
Al final Levy se inclinó a favor de la parte defensora. “No creo que el gobierno haya demostrado que el señor Li huirá bajo estas circunstancias”, dijo el magistrado según reportó Mariano Rolando, periodista de la AFP.
De los implicados en el caso FIFA presentados ante la justicia estadounidense, de momento, solo Li está bajo arresto.
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Los cargos contra él son por conspiración de crimen organizado en primer grado, dos por conspiración de fraude electrónico, otros dos por conspiración de lavado de dinero y también dos por lavado de dinero.
La acusación alega que entre 2009 y mayo del año 2015, cuando fue detenido en Suiza, Li conspiró para aceptar y recibir más de $700.000 en sobornos a cambio de la adjudicación de derechos de comercialización de juegos de la Sele con Traffic Sport.
