Briceida Cantillo Hernández conoce de primera mano las carencias en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), no solo porque otros enfermos se las han contado a ella, como presidenta de la Asociación Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi).
Las conoce porque, como mamá de una paciente con cáncer ya fallecida, Cantillo también fue testigo y padeció el hacinamiento en edificios viejos, incómodos e insalubres, y los atrasos por falta de equipos que sufren los enfermos; en especial, los oncológicos.
A la presidenta de Anasovi –organización no gubernamental que acompaña y asesora a enfermos oncológicos de todo el país–, le preocupa muchísimo el anuncio hecho por la presidenta ejecutiva de la Caja, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, el viernes 10 de enero.
Esquivel dio a conocer varios acuerdos de la Junta Directiva que suspenden las nuevas obras en la Caja, tanto proyectos de construcción como de equipamiento. La jerarca asegura que esto se hace para garantizar la sostenibilidad financiera de la institución.
Aunque la prensa ha pedido el detalle de las obras nuevas que quedarán en suspenso hasta nuevo aviso, la CCSS no ha suministrado la información.
A Briceida Cantillo le preocupa, particularmente, el estado en que el acuerdo de la Junta Directiva deje el proyecto para modernizar la atención a los pacientes de Hematología y Oncología del Hospital Calderón Guardia.
Según cuenta, ese plan existe desde el 2013 pero en el 2017 tomó más fuerza y ya tenía financiamiento asegurado. Estaba por comenzar en dos meses.
También la preocupa qué pasará con la modernización de dos de los hospitales que forman parte de la red de servicios del Calderón Guardia: el Hospital Max Peralta, de Cartago, y el Hospital Tony Facio, de Limón, cuyas poblaciones llevan años, por no decir que décadas, esperando un remozamiento de los servicios.
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“Es una decisión fatal”, comentó a La Nación en referencia a los acuerdos recientes de la Junta Directiva de la CCSS. “¿Por qué no consultaron antes”, cuestiona Cantillo.
“Son proyectos que se tenían con financiamiento. Pero, de la noche a la mañana, dicen que la economía de la CCSS está tambaleando. Lo que hace falta es que la Caja recaude los dineros como se debe y que el Gobierno le pague.
“No es deteniendo los proyectos con financiamiento que va a mejorar la CCSS. ¡No es así! Tiene que haber un plan con mejores medidas administrativas para que no se paralicen los proyectos y los pacientes no sean afectados. Si tenemos que ir a la calle a defender a la Caja, Anasovi lo va a hacer”, afirmó Briceida Cantillo.
Portafolio en suspenso
Además de suspender los proyectos del Portafolio de Inversiones Institucional cuyo proceso constructivo no ha iniciado, la Junta Directiva de la CCSS frenó la compra de terrenos en los casos en que la licitación esté en proceso de adjudicación.
Otras medidas acordadas el jueves 9 de marzo, incluyen las siguientes:
- Suspender los trámites de donación de terrenos condicionado a la presentación de un inventario de propiedades disponibles.
- Ordenar a la Gerencia de Infraestructura y Tecnologías un informe del estado de los procesos constructivos llave en mano y de la obsolescencia de los equipos licitados. Debe estar listo en 30 días.
- La Gerencia Financiera debe hacer una propuesta de control de gastos, en dos meses, ante el Consejo de Presidencia y Gerencias.
- La Dirección de Planificación fue encargada de la gobernanza del portafolio de inversiones.
Lenín Hernández, del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (Sinae), augura caos tras esos anuncios.
“Cualquier proyecto de esos tiene ya su justificación desde el punto de vista de la prestación de los servicios. La primera decisión que debían haber tomado era realizar un análisis actuarial ante un tercero, que defina la realidad financiera de la CCSS.
“Ante criterios antepuestos, existe un contrasentido que podría afectar la prestación de los servicios. Dos informes dicen que hay superávit y la dirección actuarial dice todo lo contrario. En este momento, se debe tener claridad de la capacidad instalada en infraestructura, tecnología, recurso humano y compras para poder enfrentar las listas de espera”, dijo el vocero sindical.
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Por su parte, Edwin Solano, de la Unión Médica Nacional, advirtió que esta Junta Directiva puede caer en ilegalidades e inconstitucionalidades, en vista de la forma en que ha sido integrada.
“Es preocupante la noticia; nefasta indudablemente, y terrible para miles de costarricenses que tenían la esperanza de ver mejorada la infraestructura en sus hospitales, Ebáis y áreas de salud.
“Vamos a solicitar los estudios actuariales y todos en los que se haya basado esta terrible decisión. Preocupa mucho cuál es la intencionalidad de este paronazo en la mejora de la infraestructura y equipamiento en la Caja, ya que tenemos claro de que existen intereses de algunos inescrupulosos en ver cómo convierten la salud en un negocio”, aseguró Solano.