¢1.856
Millones invertidos por la CCSS en incapacidades para personas con depresión
74%
Cantidad de depresivos en Costa Rica que son mujeres.
15-49
Edades en las que se concentra el 67% de los casos de depresión
152
Casos de trastorno bipolar detectados en 2013
215
Casos de esquizofrenia diagnosticados en 2013
La depresión es un mal que afecta con fuerza a los costarricenses.
Solo el año pasado, en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se confeccionaron 17.650 boletas de incapacidad por depresión a 11.682 asegurados.
Este padecimiento va más allá de la tristeza o el duelo tras una muerte o pérdida –pues implica un desbalance químico en el cerebro– y es el padecimiento mental más común en Costa Rica.
Las cifras de la CCSS fueron obtenidas por este diario al tiempo que el Ministerio de Salud reveló ayer los primeros datos oficiales de trastornos mentales en el país.
Según esa información, en 2013 los ticos registraron 41.675 episodios depresivos, el 74% en mujeres.
Esto no quiere decir que ese sea el número de ticos depresivos, pues una persona puede tener hasta cinco o más episodios por año.
En cuanto a la Caja, hubo 108.808 días de incapacidad (un promedio de seis días de incapacidad por episodio) y le implicó a la CCSS una inversión de ¢1.658 millones. A esto se deben sumar los costos por medicamentos e internamiento.
Según los expertos, este mal no es silencioso. Hay señales de alerta que no deben ser ignoradas.
Una persona con un episodio depresivo puede llorar todos los días durante al menos dos semanas, deja de disfrutar de la música y de salir con sus amigos, se aísla, no quiere comer (o come en demasía), no puede dormir (o duerme demasiado) y le rehúye a la compañía.
“Un problema de estas enfermedades es que conllevan incapacidades prolongadas o recurrentes”, afirmó Allan Rímola, coordinador de la Secretaría Técnica en Salud Mental del Ministerio de Salud.
Con los citados datos, el Ministerio pretende atender estos trastornos no solo en hospitales, sino en los Ebáis de cada comunidad.
“Hemos capacitado a 450 médicos de Ebáis para que puedan detectar señales, diagnosticar y tratar la depresión. Ellos reciben apoyo de psiquiatras, psicólogos clínicos y enfermeras en salud mental que los apoyan desde una clínica o segundo nivel de atención”, comentó Francisco Gólcher, psiquiatra y asesor del Ministerio de Salud en temas de salud mental. “La idea es que se atienda a la persona desde su comunidad y se vea también la parte social de cada usuario”, dijo.
Otros trastornos. El informe del Ministerio de Salud también destacó que el año pasado hubo 152 diagnósticos de trastorno afectivo bipolar. Este mal mental causa cambios de humor extremos. Tiene dos fases: la manía y la depresión.
Cuando la persona está en fase de manía, deja de dormir, habla más de lo normal, piensa de forma acelerada y su autoestima crece. En la fase depresiva, el paciente se siente triste y débil, duerme mucho y sus sentimientos de culpa son excesivos. La intensidad y la duración de cada fase varía según la persona y las circunstancias.
También se detectaron 215 personas con esquizofrenia. Este trastorno psiquiátrico es más complejo. El mal se manifiesta de forma diferente en cada persona, pero en general se caracteriza porque quien lo presenta no distingue lo real de lo irreal, no piensa claramente y sus respuestas emocionales son anormales.
Estos primeros datos son preliminares y su análisis debe depurarse más, por lo que hay informaciones que todavía no pueden obtenerse. Por ejemplo, solo se consignan los números absolutos de los casos en cada región, pero aún no se han analizado de acuerdo con la población de cada lugar.
Con números absolutos, evidentemente se verán reflejados más casos en las regiones con más población. Por eso es vital hacer el análisis según cada 1.000 habitantes, para determinar las zonas del país con mayores trastornos. “Estamos trabajando en eso; son datos que vamos a tener porque son necesarios para el estudio de los trastornos”, concluyó Rímola.