Por segunda ocasión este año, un grupo de biólogos extrajeron un residuo plástico de la fosa nasal de una tortuga marina. Esta vez se trató de un tenedor de 15 centímetros. El hecho ocurrió en Ostional, en Guanacaste.
Nathan Robinson, Brett Butler y Collin Hertz trabajan para la organización The Leatherback Trust y realizan su investigación sobre tortugas marinas principalmente en el Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste.
Sin embargo, y desde inicios de diciembre, se involucraron en un proyecto para estudiar la epibiota que se adhiere a los caparazones de las tortugas marinas en el Refugio de Vida Silvestre Ostional, también en Guanacaste.
Durante una de las salidas de campo, un turista les alertó sobre una tortuga lora (Lepidochelys olivacea) que estaba teniendo problemas.Un tenedor plástico de 15 centímetros estaba dificultando la respiración del quelonio. Allí mismo, los biólogos lo extrajeron.
Para Robinson, es urgente hacer conciencia sobre el manejo de residuos y basura que llega a los mares al ser arrastrada por los ríos.
El plástico está de número seis entre los 10 desechos más comunes en el océano. Entre estos figuran botellas, tapas de envases, pajillas y removedores, así como recipientes de productos de limpieza.
La problemática es tan grave que, en un solo día, voluntarios alrededor del mundo reportaron 245 animales enredados en los desechos que inundan las playas, según consta en un informe de la organización Ocean Conservancy (OC) divulgado en el 2011.
“Las imágenes de pájaros enredados, tortugas estrangulándose con bolsas plásticas y basura flotante, han llegado a ser demasiado familiares”, dijo Vikki Spruill, directora de OC en ese entonces.
Debido a la basura, los animales sufren mutilaciones que los dejan indefensos ante depredadores e incluso pueden morir por asfixia o inanición al no poder alimentarse adecuadamente.