Madrid. El País Viagra, la pastilla romboide con su inconfundible color azul ha aliviado los problemas y los complejos sexuales de millones de varones en los 15 años que lleva en el mercado.
Su principio activo –el sildenafilo– ha demostrado ser eficaz para solucionar los problemas de disfunción eréctil, que afectan al 10% de los hombres de manera general, y a más del 50% entre los mayores.
Pero este medicamento también es muy caro, por lo que no está al alcance de cualquiera. Eso está punto de cambiar. El pasado sábado expiró la patente que tiene Pfizer , el laboratorio que lo sintetizó por primera vez en 1996. A partir de ahora, cualquier laboratorio podrá comercializar genéricos de sildenafilo, lo que se traducirá en una notable rebaja del medicamento.
En Costa Rica un paquete con cuatro tabletas de 50 miligramos cuesta cerca de ¢20.000.
La estimación más conservadora es que a nivel mundial el precio baje de golpe al menos un 40% como sucede con la aparición de cualquier genérico, opinó el director general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), Ángel Luis Rodríguez Cuerda.
Sin embargo, los laboratorios señalan que, a mediano plazo, la rebaja puede ser mucho mayor, incluso reduciéndose el precio a la tercera parte, como ha ocurrido en México, donde la patente venció en noviembre del año pasado.
El pastel por repartir es muy suculento. Según Pfizer, desde su origen Viagra ha sido uno de los medicamentos más vendidos de la historia, ya que alcanzó la cifra de 1.800 millones de comprimidos en todo el mundo. Se han realizado más de 223 millones de recetas y cerca de 37 millones de hombres en todo el planeta lo han utilizado para mejorar su desempeño sexual.
La llegada del genérico también acabará con gran parte del negocio de la venta ilegal por Internet a través de sitios fraudulentos.