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¿Cuán limitado es el público que asiste a ver danza contemporánea? La pregunta desbordó las conversaciones casuales entre bailarines y coreógrafos profesionales para aterrizar en la investigación de la empresa Aviones de Papel.
La asesora de mercadeo Iyahaly Somarriba, quien además es bailarina, concursó y obtuvo el apoyo del fondo artístico Proartes para atender una necesidad que diagnosticó en el gremio.
“Todo lo que se hace es muy empírico”, asegura Somarriba sobre las formas en las que los artistas conocen a su público. “No quiere decir que esté mal pero los esfuerzos de promoción que se hacen son muy cortoplacistas”.
Según el estudio, la danza contemporánea tiene un único público infalible de profesionales del gremio. Aviones de Papel estima que su presencia en una función oscila entre 30% y 70% de la audiencia.
Los demás espectadores de la danza comparten características: son jóvenes (entre los 18 y 38 años), han recibido educación superior y son atraídos a la danza por la expresión física de la disciplina. Además, residen en la Gran Área Metropolitana y viajan poco a los distintos escenarios.
“Yo leo que es una expresión a la que muy poca gente tiene acceso. El cuerpo, en general, está muy reprimido en la vida diaria. No es lo mismo que la palabra o la música, que están muy presentes. Ese es un insight muy importante para mí”, dijo Somarriba.
La investigación define cuatro tipos de espectadores: los Exploradores, los Consistentes, los Intelectuales y los Sociales.
Los Exploradores son hombres profesionales de ingenierías, ciencias económicas, ciencias de la tierra y el mar, diseñadores y arquitectos. Fueron el público más numeroso entre los encuestados, pero también son descritos como los más ajenos a las dinámicas de los espectáculos de danza.
Los Consistentes son asistentes poco frecuentes pero que están atraídos a actividades culturales. A diferencia de los Exploradores, eligen las propuestas tomando en cuenta temas, conceptos y “lo inesperado”.
Los Intelectuales son mayoritariamente mujeres y consumen información por medio de redes sociales y diarios digitales. Una subcategoría se describe como “influenciadoras en la agenda cultural de sus allegados”. Este grupo es el más preocupado por el precio de los espectáculos.
Por último, los Sociales se refieren a un grupo variado de profesionales en áreas de ciencias sociales y económicas, artes y las personas no profesionales. Tienen un alto de medios digitales y tradicionales. Son el grupo que más asiste a actividades culturales (dos veces al mes o más).
Para Somarriba, esas descripciones son útiles conforme sean usadas para plantear modelos de promoción de espectáculos.
“Yo diría que lo vieran desde un punto de inversión. A la promoción también hay que invertirle, así como se invierte en la producción de las puestas”, detalla la investigadora.
Aviones de Papel ofrece a los interesados los hallazgos del estudio y se pueden consultar en el sitio www.danzacostarica.info
