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Fue más de lo que esperaba, pero lo importante es que fue. Apenas en su debut como director de un largometraje, el tico Ariel Escalante sacó pecho en el ámbito artístico regional y dejó claro que tiene pasta para cosas grandes.
Una pérdida personal, una reservada compañera de habitación y un deseo inmenso por contar historias de la vida cotidiana culminaron en el primer zarpazo de su naciente carrera.
Fue El sonido de las cosas el retoño fílmico que lo erigió como una promesa del cine criollo y que, con justa razón, lo hace soñar con enormes e insondables derroteros.
El drama en cuestión explora, por medio del duelo, la necesidad de la gente de conectarse consigo misma y tiene una curiosa conexión con un pequeño pasaje de la vida de Escalante. Y se estrena este jueves en los cines costarricenses con calidad probada: varios reconocimientos nacionales e internacionales lo preceden.
El Kommersant Weekend Prize –del Festival Internacional de Cine de Moscú–, el Premio Especial del Jurado del Costa Rica Festival Internacional de Cine y la nominación oficial en cinco categorías de los galardones iberoamericanos Platino no son cualquier cosa.
“Me sorprendió mucho lo que ha pasado con la película, el impacto que ha tenido. Nunca me lo esperé. Yo solo quería que la película funcionara”, confesó el cineasta, cuya cinta también ganó del Premio Nacional de las Artes Audiovisuales (2016) por la dirección y realización conceptual del filme.
El sonido de las cosas, producción que costó $100.000, narra el drama de Claudia (Liliana Biamonte), joven a quien le emociona ser enfermera y salvar vidas. Sin embargo, la angustia le sobreviene de la forma más dolorosa posible. Su prima Silvia, quien vivía con ella, se suicida y deja una habitación vacía en la casa.
“En la casa todo suena a Silvia, todo le recuerda su incapacidad de llorar”, se detalla en la sinopsis del largometraje.
Para la actriz que le da vida al personaje, “esta pérdida personal enfrenta a Claudia con una tremenda fragilidad. De hecho, esta película nos conecta con ese dolor universal y su inevitable liberación”.
Y agregó: “Los silencios que experimenta son una forma vivenciar y expresar su soledad. Es una forma de canalizar las emociones que, por no tener las herramientas, no puede expresar con libertad”.
Al transitar por esos silencios que tanto dicen y generan ruido en su alma, Claudia encuentra a un joven que pretende llenar la habitación de su prima. Se llama Antonio y es encarnado por el propio Escalante.
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No es casualidad que así sea. Ariel, quien, además de dirigir, coescribió la cinta con Enric Rufas, tomó como base un pasaje de su vida para tejer la historia de la película. Así que Antonio, de alguna manera, es Escalante hace unos años.
“Cuando comencé a visualizar la cinta, yo vivía en Canadá, pues estaba estudiando por ahí. Estaba pasando por un duelo y, sin saberlo, mi roommate , que era muy reservada, también pasaba por lo mismo. No lo sabía en ese momento, pero había como una conexión”, recordó.
“Un día pude saber lo que le ocurría y, de repente, logré ver el personaje de Claudia en ella, su encanto y su complejidad. Sin embargo, eso fue solo la base, pues luego la historia tomó otros rumbos y otras perspectivas que son las que se ven en la cinta”, explicó Escalante.
No se puede dejar de lado que el duelo es un tema por el que Escalante gravita. En el 2011 y 2013 realizó cortometrajes que tocaban la pérdida en las raíces de su historia: A partir de ahora solo nosotros y Musgo , ambas producciones fueron galardonadas en festivales nacionales.
Hombre clave. Sin duda, la ecuación de El sonido de las cosas no estaría completa sin el personaje de Santiago, joven idealista encarnado por el actor Fernando Bolaños.
Santiago es un gran amigo de la protagonista y su aparición cambiará el rumbo de muchas cosas. De repente, él regresa a la vida de Claudia y, sin pretenderlo, le aporta mucho.
“Es un tipo que se toma las cosas con mucha calma y positivismo. Le han pasado algunas cosas fuertes en la vida, que retornan justamente en el momento que se topa con Claudia”, expresó Bolaños, quien ha trabajado en películas como Viaje , Italia 90 y Princesas rojas .
“Claudia entra en jaque con él, pues, luego de estar evitando entrar en sus profundidades y sentir lo que debe sentir, Santiago le ayuda a dar los pasos que necesita”, agregó.
Detalles. En papeles secundarios, El sonido de las cosas cuenta con el aporte de actrices como Claudia Barrionuevo y Montserrat Montero ( Amor viajero y El regreso ). Ambas tienen amplia experiencia en teatro y producciones audiovisuales.
En el ámbito técnico se destaca el nombre de Nicolás Wong ( Por las plumas ), quien por su trabajo en la cinta ganó el Premio Nacional Amando Céspedes a la mejor realización conceptual. Wong es director de fotografía de la cinta y demuestra, una vez más, porque es el profesional en el área más solicitado del cine costarricense.
Según el acta del jurado, a Wong se le otorgó el premio “por su capacidad para interpretar y plasmar visualmente un concepto estético y una atmósfera anímica. Todo por medio de un trabajo cuidadoso y sensible que más que enriquecer la narrativa se convierte en narrativa de la película”.
El talento de Wong ya ha brillado en diez largometrajes criollos, entre ellos El regreso (2012), Por las plumas (2013) y Muñecas rusas (2014).
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También sobresalen el mexicano Jonathan Macías, como diseñador de sonido, y el venezolano Kalayawa, como encargado del soundtrack del filme.
De hecho, hoy también se presentará comercialmente la música de la película. Son ocho temas los que Kalayawa –quien reside en Alemania– ha venido trabajando desde hace varios años. Los compuso para la película y han sido mejorados para el disco.
Los temas estarán disponibles para el lanzamiento del filme y se podrán descargar en el sitio www.kalayawa.com
La mezcla de elementos técnicos y la trama propuesta por Escalante han hecho que El sonido de las cosas sea vista con buenos ojos. La revista Indiewire , por ejemplo, fue uno de los medios que la halagó.
“Aplica las texturas del silencio, las miradas laterales y los incómodos intercambios a los elementos de un drama cliché. En el proceso, eso la mueve hacia su reinvención. Todo esto hace del El sonido de las cosas una prometedora tarjeta de presentación para el recién llegado Escalante”, publicó Indiewire en diciembre pasado.
Para Biamonte también hubo palmas: “la verdadera revelación es (Lilliana) Biamonte, una joven actriz cuyas monótonas expresiones irrumpen eventualmente en una coacción creíble, sobre todo en las escenas de cierre de la película. Su transformación logra unir al estilo sin rumbo de la película. Ella mantiene un comportamiento soñoliento a lo largo de la película, como si fuera una prisionera de su entorno”.
El sonido de las cosas se filmó en locaciones de la Clínica Bíblica, el Hospital San Rafael de Alajuela y un apartamento capitalino. Además, en tomas exteriores, usted podrá reconocer cafeterías y restaurantes de San José.
La cinta de Escalante estará disponible en la cartelera del Cine Magaly, Cinépolis, CCM y Novacinemas. Puede ser vista por público de todas las edades.
