Cuatro menores de edad, de entre tres meses y seis años de edad, fueron hallados en una vivienda con las paredes y ventanas llenas de púas, plásticos negros y símbolos hechos con pintura y espejos.
Al lugar llegaron funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) luego de recibir, el lunes, una denuncia anónima por aparentes maltratos a los pequeños: dos varones de 6 y 2 años, y dos mujeres, una de 4 años y la otra de tres meses.
Aunque ese día se presentaron a la casa, ubicada en el centro de Guadalupe de Goicoechea, y pidieron ver las condiciones en que estaban los chiquitos, el padre, de apellido Amador, no los dejó.
Por ello, el PANI solicitó ayuda a la Fiscalía y, la noche de este martes a eso de las 11:30 p. m., se ingresó al inmueble con apoyo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y Fuerza Pública.
Según el informe de las autoridades, los niños se encontraban en ese momento con Amador, de nacionalidad estadounidense, quien tiene una orden de captura por un presunto homicidio.
La madre, de apellido Salazar, no estaba, pero llegó solo unos minutos después.
Aunque el padre forcejeó con los oficiales, finalmente ambos adultos fueron detenidos y llevados a la Fiscalía de Flagrancia de Goicoechea, de donde fueron remitidos para que especialistas les realicen pruebas de psiquiatría.
Siniestra. Alejandro Siles, subjefe de la Fuerza Pública de Guadalupe, contó que los policías que fueron al lugar le dijeron por radio: “Da escalofríos estar aquí, es una casa tenebrosa”.
Las autoridades califican la situación como un caso de agresión y negligencia.
Afirmaron que la vivienda se encontraba sucia y que lo único que había para comer era masa y levadura. Además, ni la refrigeradora ni la cocina funcionaban.
También se constató que los menores no estaban asistiendo a ningún centro educativo.
Vecinos de la zona comentaron que casi nunca veían a los pequeños salir a la calle.