Un soldador de apellidos Rodríguez López, de 41 años, permanece detenido como sospechoso de privar de su libertad a una niña de cinco años, durante un lapso de 11 horas, en Penshurt, Limón.
El hecho comenzó este martes a las 6:30 p. m., cuando la niña fue tomada a la fuerza al salir de sus casa, por "alguien" que le puso la mano en la boca, la alzó y se la llevó, narró la menor a su madre.
La víctima apareció, en buen estado de salud, en un predio cerca de la casa de su padres este miércoles a las 5:40 a. m. confirmó Rafael Ángel Araya, jefe de la Fuerza Pública para la región de Limón.
"Ver a la niña sana y salva llenó de júbilo a cientos de personas que la buscaban" dijo Wilber Carballo, un tío de la menor, quien dijo que ella tenía su ropa y además una camisa de hombre de color negro. "Cuando la vemos y la estamos abrazando nos dice: 'es que yo ya tengo celular', que al revisarlo vemos que pertenece a un hombre que se dedica a realizar trabajos de soldadura", dijo Carballo.
Tanto la camisa como el celular fueron decomisados por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Limón, que para el momento del hallazgo ya se encontraban en el lugar, pues durante la noche se realizó un amplio operativo de búsqueda en el que se estima participaron cerca de 300 personas, entre policías, familiares y vecinos de Penshurt, Cahuita, Puerto Viejo y Limón.
Las autoridades creen que fue la presión comunal la que evitó que el individuo, quien tiene antecedentes por abusos deshonestos, según confirmó el OIJ, perpetrara un delito de mayor gravedad.
La Fiscala Adjunta de Limón, Carolina Martínez, dijo que no descarta abrir un proceso penal por el delito de secuestro, pues el abuelo materno de la niña, recibió este miércoles dos llamadas telefónicas pidiendo ¢10 millones por la liberación de la niña. Las llamadas se hicieron a las 2:30 a. m. y 3:30 a. m. de este miércoles. Las autoridades estaban tratando de verificar de qué número de teléfono se hicieron esas comunicaciones.
Otro elemento que señaló al sospechoso fue que la menor –en una rueda de reconocimiento– identificó a la persona que la mantuvo retenida en un matorral, desde el cual (según le relató a las autoridades), podía ver a su mamá buscándola.
La alerta
La madre de la niña, de 37 años, detalló a La Nación: "Estoy en la casa con mi chiquita. De un momento a otro me dice que va a ir a jugar donde unos primos que es pasando el patio. Eso lo hace todo el tiempo. Voy saliendo con ella, en eso vuelve la luz. No tuvimos electricidad en el día y yo me devuelvo para conectar la olla arrocera. Cuando salgó y me doy cuenta que la chiquita no ha llegado donde los primos, nos entra una angustia, un terror. El papá se va a buscarla a otras casas y nada".
Agregó: "Ahí comenzó la pesadilla de mi vida. La experiencia que yo viví no se la deseo a nadie. Me robaron a mi niña por una noche", indicó la mujer, cuyo nombre se reserva para proteger la identidad de la niña.
Rafael Ángel Araya dijo que la denuncia sobre la desaparición la recibió la policía a las 8:30 p. m., momento en el cual desplegaron un amplio operativo.
"El informe inicial nos indica que la última vez que ven la niña fue a las 6:30 p. m. mientras estaba frente al negocio de sus padres. La familia empieza a buscarla y como no la encuentra pregunta a vecinos y luego acuden a la policía", explicó.
Araya dijo que inicialmente acudió una unidad y que al verificar el hecho se envió personal del Grupo Operacional de Apoyo (GAO), de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y de la Unidad Canina, conocida como K9.
El jefe policial dijo que los padres pusieron el caso también en conocimiento del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Precisó que el rastreo se mantuvo durante toda la noche con resultados negativos.
La madre de la niña dijo que cuando apareció su hija, ella le contó que en algún momento de la noche los escuchaba cuando la iban llamando pero que "el hombre le tapaba la boca y le dijo que si ella gritaba, se iba a poner peor, porque además le iba a salir el tigre".
Asimismo, la mujer narró que su hija le contó que al salir de la casa iba caminando "y en eso sintió un brazo por detrás, que le tapó la boca, que la hicieron levantada y que salieron corriendo con ella en brazos".
La menor fue valorada por médicos en el Hospital Tony Facio, además de que la entrevistó personal especializado en la Fiscalía Adjunta de Limón.
Agentes del OIJ de Limón capturaron al sospechoso alrededor de las 10 a. m. en su casa de habitación, ubicada a unos 600 metros de donde habita la niña de cinco años.
Aunque también se capturó a otros dos hombres en una parada de autobuses en Penshurt, pues tenían la ropa llena de barro, estas personas luego de ser identificadas las pusieron en libertad.