Roy Valverde, de 42 años, está a un océano de distancia de su hija, Abigaíl, de 9 años. Él está en Costa Rica y, ella, en Portugal con su mamá.
Los papás de Abigaíl, cuyo nombre fue modificado en este artículo, se divorciaron desde el 2009, y cuatro años después, comenzó una fuerte disputa entre ellos por la custodia de la niña.
Valverde quería que se quedara en Costa Rica, mientras que la madre buscaba la forma de llevársela del país.
Ante esa “amenaza”, el 23 de abril del 2014 ,el padre interpuso ante Migración una alerta para evitar que la menor fuera sacada del país. Seis meses después, renovó la gestión.
No obstante, Migración no subió ninguno de los avisos al sistema que debe ser consultado por otras entidades, según aseguró el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Por eso, tiempo después, cuando la madre acudió al PANI alegando una emergencia, esta institución le aprobó sacar a la menor sin percatarse de que el padre luchaba por la custodia.
El permiso de salida se dio para el periodo del 19 al 31 de diciembre del año pasado. No obstante, un año después, la niña no ha regresado a Costa Rica.
En el documento de salida del país, hace un año, se observa la firma de a funcionaria de Migración, Kembly Ospino, quien había recibido las alertas del padre, según documentos de los cuales La Nación tiene copia.
Este medio intentó obtener la versión de Kathya Rodríguez, directora de Migración; sin embargo, el viernes expresó, por medio de la oficina de prensa, que desconocía el caso y que esta semana daría declaraciones.
Fallo. De acuerdo con la Ley General de Migración y Extranjería, el aviso de uno de los progenitores para impedir que un menor sea sacado del país tiene una validez de seis meses. Al cumplirse ese plazo, el interesado debe renovar la gestión.
La misma ley señala que dicha alerta debe incluirse en un sistema de consulta para otras instituciones. Con base en esto, el 22 de octubre del 2014, Valverde reactivó la alerta ante Migración, la cual vencía el 23 de abril del 2015.
Tanto en el primer documento de aviso, como en el de la renovación, se observa la firma de la funcionaria de Migración, Kembly Ospino.
Pese a la gestión del padre, el 8 de noviembre, la mamá acudió al Juzgado de Familia de Heredia para pedir que la dejaran sacar a Abigaíl del país porque tenía “años de no saber nada de Roy (papá)”.
Esto, a pesar de que el padre asegura que les depositaba una pensión alimentaria de ¢1,2 millones por mes y peleaba por la custodia.
Como el juez aún no definía si le daba o no el permiso, el 3 de diciembre, la mujer acudió al PANI para solicitar esa autorización.
El Código de la Niñez y la Adolescencia establece que el Patronato tiene la potestad de interceder en algunos casos.
La mujer se presentó con el mismo argumento que brindó en el Juzgado; es decir, aseguró que no sabía del paradero de su expareja desde hacía ya varios años.
El Reglamento para la Autorización de Permisos de Salida del País de Menores de Edad del Patronato indica que el solicitante debe presentar una declaración jurada donde manifieste que desconoce la ubicación del otro progenitor y que el menor no depende económicamente del ausente.
Así lo hizo la mamá de Abigaíl. En el escrito firmado por ella, juró: “Desde hace varios años desconocemos su paradero (de Valverde) por más búsquedas que hemos realizado”.
En ese documento, también afirmó que debía viajar a Portugal porque una tía materna debía recibir un tratamiento urgente contra un cáncer. Además, aseveró que no tenía con quién dejar a Abigaíl.
El PANI comunicó que, al ser una declaración jurada, no se investiga que lo expuesto en ella sea cierto. Pero, además, la entidad afirmó que se consultó en el sistema en el cual Migración debía haber subido la alerta puesta por el padre y no encontraron nada, por lo que no había razón para negar el permiso.
Por lo anterior, le otorgaron la salida el 15 de diciembre, con la única salvedad de que debían regresar, como máximo, el 31 de diciembre del 2014.
Un mes después de que el Patronato diera el permiso, el Juzgado de Familia de Heredia rechazó la solicitud de la mujer; sin embargo, ya ella se había marchado de Costa Rica.
Intento previo. El departamento de Asesoría Jurídica del PANI explicó, por medio de la oficina de prensa, que, además de no percatarse del aviso por parte del papá, también desconocían que la madre había hecho un intento previo de sustraer a la menor.Eso sucedió el 7 de mayo del 2014, cuando, según el expediente judicial, la mujer se llevó a la niña a Panamá, sin el aval del padre pese a que él tenía la custodia temporal de su hija.
Se presume que ambas salieron por vía terrestre por el puesto fronterizo de Paso Canoas, en la frontera con Panamá.
Sin embargo, tal movimiento migratorio de Abigaíl no aparece en el control de Migración.
A pesar de ello, existen documentos que comprueban que Valverde alertó a las autoridades costarricenses y panameñas de la huida de su expareja.
Gracias a una alerta internacional por la sustracción de la menor, las autoridades las encontraron en el aeropuerto de Panamá y evitaron que abordaran un vuelo con destino a Europa.
Abigaíl regresó con su papá al país el 9 de mayo del 2014 y, cinco meses después, el Juzgado de Violencia Doméstica trasladó la custodia temporal a la madre.
Aunque el PANI dijo desconocer estos antecedentes, los registros dan cuenta de que, luego de aquel intento de sustracción, esta entidad autorizó la restitución de la niña a Costa Rica. La entidad insiste en que conoció lo sucedido hasta enero de este año, cuando el padre se presentó a dicha dependencia.
¿Qué hay por hacer? Desde la primera vez que la madre intentó llevarse a su hija del país, el padre interpuso una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Los delitos por los que la acusó fueron sustracción de menor, tráfico ilícito de personas y desobediencia a la autoridad.
La Fiscalía Adjunta de Heredia informó de que esa causa se tramita bajo el expediente 14-2285-059-PE.
Asimismo, comunicó que el caso se remitió, el 2 de octubre pasado, al Juzgado Penal con solicitud de rebeldía y orden de captura internacional de extradición de Portugal para que afronte el proceso penal en Costa Rica. Sin embargo, dicha petición aún no ha sido resuelta.
Por el lado administrativo, Valverde le solicitó ayuda al PANI para que este pidiera la restitución de la niña, por medio del Convenio XXXIII de La Haya.
El Patronato manifestó que, desde enero, se comunicaron con la autoridad central en Portugal, la cual decide si se da o no la restitución de Abigaíl.
“Ellos deben investigar porqué se pide que la menor regrese a Costa Rica. Si ellos consideran que la niña puede estar en riesgo, no la entregan”, explicó la oficina de prensa del PANI.
La entidad expresó que desconoce cuándo Portugal dará respuesta en este caso. Asimismo, dijo que, actualmente, en “Costa Rica no hay nada que hacer; solo esperar”.
"Esta situación es para mí muy lamentable porque ha hecho que me aleje de mi hija". Roy Valverde"Es mi hija y la necesito a mi lado"
“Todos los días me levanto pensando en si hoy será el día en que vuelva a ver a mi pequeña”.
Roy Valverde no pierde la esperanza de reencontrarse en algún momento con su única hija, de 9 años y a quien llamaremos Abigaíl en este artículo.
El 19 de diciembre pasado, un fallo de la Dirección de Migración y Extranjería permitió que la mamá de la menor la pudiera sacar del país sin contar con el permiso del padre. Actualmente, ellas están en Portugal.
Valverde expresó que lo que más teme ante esta situación es que Abigaíl piense que él la abandonó o que olvide quién es su papá.
“Ella es muy pequeña y yo no sé qué puede estar pensando ella en este momento o qué le pueden estar diciendo de mí.
”A sus ojos, simplemente un día yo estaba y, al otro día, dejé de estar. Ya tengo un año de no saber nada de ella”, manifestó.
Esa lejanía, aseguró, lo mantiene en vilo, ya que, en ciertos momentos, siente que no la volverá a ver.
“Es mi única hija y me duele no estar viéndola crecer, no estar al lado de ella cuando me necesite o, simplemente, para quererla”, aseveró.
Valverde lamenta, sobre todo, que los problemas con su expareja hayan desencadenado la alienación parental.
“Mi hija no tiene por qué pagar por nuestros puntos de vistas diferentes. Es una lástima que conflictos de adultos alcanzaran a una menor”, lamentó.
No obstante, espera que, próximamente, pueda reunirse de nuevo con Abigaíl.
“Este tiempo ha sido tormentoso. Pienso que no la volveré a ver y me da terror. Es mi única hija y la necesito a mi lado, a como ella necesita de su padre”, dijo-
La Nación llamó a varios números registrados a nombre de la expareja de Valverde para lograr localizar a algún pariente de ella y obtener una versión, pero no respondieron a las llamadas.