Una agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) aseguró ayer que a los chalecos comprados por esa entidad, en el 2005, los traspasaban las balas.
La funcionaria Gabriela Fonseca expuso al Tribunal Penal de Hacienda que así lo observó durante las pruebas que se le practicaron a los chalecos, en las que ella estuvo presente, pues investigó la adquisición de las 112 unidades.
Fonseca recordó que junto con un jefe del OIJ, tomaron uno de los chalecos, pese a que ella desconocía que la Fiscalía los tenía decomisados y lo llevaron a un polígono privado en Tibás.
Allí, la investigadora recordó que le dispararon proyectiles de diversos calibres al chaleco y ni siquiera soportó el Magnum 44. Luego, el OIJ realizó una pericia física a los chalecos en los laboratorios forenses y Fonseca aseguró que, esa vez, también estuvo presente.
Según dijo, las balas atravesaron los chalecos. No obstante, de este análisis el laboratorio concluyó que los chalecos sí correspondían con el nivel de protección que la compra indicaba. El perito que realizó el informe aún no ha declarado en el juicio.
Finalmente, como había llegado información anónima a la Fiscalía de que las pruebas del laboratorio forense fueron manipuladas, se trajo a un perito francés para que realizara otra evaluación, en la que se concluyó que los chalecos eran de una protección más baja a la que se había comprado. Este experto no fue ofrecido como testigo.
En la causa penal están acusados los empresarios Ángel Guillermo Bilak Goldschmidt y Beatriz Dory Bron Steimberg, representantes de la empresa Armiel Internacional, la cual había ganado la venta de los chalecos. También, se acusó a Mauricio Fonseca Umaña, secretario del OIJ, por recibirlos.
Sergio Múnera, defensor de Fonseca, comentó que durante el interrogatorio, a la testigo se le acreditó que no tenía conocimientos técnicos para rendir el informe de las pruebas de balística.
“Con su versión, desacreditó el peritaje ofrecido por la Fiscalía (el francés) y falta recibir el perito oficial, con quien demostraremos que los chalecos sí cumplían con los requisitos”, dijo Múnera.
La agente Fonseca afirmó que para su informe usó documentos sobre chalecos antibalas de Internet, consultó proveedores y compañeros del OIJ. Agregó que el perito francés, en su pericia, utilizó plastilina comprada en una tienda de artículos para el hogar, con la que se simuló el cuerpo humano.