El jefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Quepos, Puntarenas, fue detenido este miércoles por interceptar el vehículo en el cual iban tres estadounidenses, capturarlos y encerrarlos durante 45 minutos en celdas de la delegación de la zona, sin tener motivo alguno.
Al funcionario, de apellido Solano, se le achacan los delitos de abuso de autoridad, privación ilegal de libertad y asociación ilícita.
Así lo confirmaron el fiscal general, Jorge Chavarría, y Gerald Campos, subdirector del OIJ, en conferencias de prensa.
También fue capturado un hombre, de apellido Corrales, quien es conocido en Quepos como Bombillo y no tiene antecedentes penales. Al parecer, él ayudó al jefe del OIJ en la aprehensión de los extranjeros.
Sin justificación. Las autoridades manejan la versión de que los tres estadounidenses, de los cuales uno es expolicía y otro menor de edad, estaban en el país como turistas.
Chavarría contó que, según la denuncia interpuesta por el exoficial, de apellido Jay, los extranjeros viajaban en un automóvil por las calles de Quepos, cuando se percataron de que dos carros los perseguían, el viernes 8 de mayo de este año.
“Fueron seguidos por este tipo (Bombillo) y luego se le unió Solano. El expolicía norteamericano detecta el seguimiento. Solano pide respaldo a otros oficiales del OIJ, los que le ayudaron fueron dos auxiliares de cárceles”, explicó Chavarría.
El fiscal agregó que Solano les indicó a los tres foráneos que eran detenidos porque existía una supuesta orden de captura internacional en contra del exoficial estadounidense.
Según las autoridades, los ofendidos pasaron cerca de 45 minutos en las celdas del OIJ.
“Proceden con el arresto y, supuestamente, consulta con la Interpol (Policía Internacional). El exoficial llama a un abogado y eso hace que Solano deje en libertad a los tres sujetos, sin haber tenido respuesta a la supuesta consulta que hizo a la Interpol. Eso, aunado al hecho de que en el proceso participó un civil (Corrales), nos presenta un panorama muy irregular”, detalló Chavarría.
El OIJ comunicó que Solano trabaja en esa institución desde 1985 y es jefe de esa dirección regional desde hace 13 años. De hecho, el funcionario se jubila dentro de dos semanas.
Hermetismo. Tanto el fiscal general como el subdirector del OIJ fueron muy herméticos cuando se les consultó sobre la pesquisa, para conocer la razón por la cual Solano y Corrales habrían detenido realmente a los extranjeros.
Chavarría señaló que tal solicitud internacional contra uno de los afectados no existía, por lo que “la detención obedeció a una colaboración que el jefe de la OIJ estaba haciendo con otros sujetos de la zona (...). Tenemos claro que la detención fue para la satisfacción de un fin privado y no de un fin público, pero no puedo ahondar en esos detalles”.
“En el fondo, hay un tema de una actividad monopolística del mercado de bienes raíces (...). Está relacionada aparentemente a una transacción mercantil de bienes raíces en ese lugar. Algo así como pegarles un susto (a los foráneos), una acción intimidatoria para que no se realice el negocio”, agregó Chavarría.
Por su parte, el subdirector del OIJ detalló que no existe un expediente judicial o una denuncia que justifique la detención de los estadounidenses.
“Comenzamos una investigación con rastreos e intervenciones telefónicas, lo que nos permitió identificar a Corrales, con quien el jefe mantiene comunicación. Nos percatamos de que Corrales tiene relación con otro estadounidense, que tiene problemas con los tres ofendidos. Lo demás lo sabremos con la investigación”, dijo.
Ayer por la tarde, los detenidos serían interrogados por la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción.
El caso de Solano pasará al Juzgado Penal de Hacienda, por ser empleado público.