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“No se ponga nerviosa, no mire al guarda, no toque la computadora, no toque el teléfono ni ningún timbre. Si hace algo que delate a mi madre, su familia muere. Necesito, en el sobre que mi madre le entregue, ponga todo el dinero en billetes”.
Esa amenaza habría sido escrita a mano, en una hoja de papel por el supuesto hijo de una mujer de 66 años, la cual entregó la nota a una cajera del Banco Nacional en Grecia para que le diera el efectivo que tuviese el miércoles hacia las 3 p. m.
En el documento, también se le pide a la funcionaria bancaria que entregue su celular y los anillos que tuviese puestos.
La adulta mayor, de apellido Chaves, logró que la cajera le diera más de ¢2 millones y $1.200 (unos ¢660.000).
Sin embargo, la cajera activó las alertas y la sospechosa fue detenida por los vigilantes de la agencia bancaria cuando se dirigía a la salida del edificio.
Chaves fue presentada el mismo día a la Fiscalía de Flagrancia de San Ramón, para ser procesada por el delito de estafa en grado de tentativa.
Ella quedó en libertad luego de ser identificada y de que se determinara que sí tiene arraigos familiar y domiciliar, con lo que se reducía el peligro de fuga. Al parecer, es vecina de Heredia.
Prueba forense. La audiencia ante un juez de Flagrancia se realizó este jueves después de las 6 p. m. La mujer llegó una hora antes con dos hijos suyos y llevaba una bufanda para cubrirse la cabeza, según pudo constatar un equipo de La Nación en el lugar.
La Defensa Pública comunicó que, durante esa audiencia, el juez aceptó que se le practicara una valoración psiquiátrica a la adulta mayor.
Además, solicitaron que se envíen el expediente médico y los estudios de trabajo social que se le hayan realizado a la mujer en el Hospital San Vicente de Paúl.
Por ahora, se debe esperar a que se realice la prueba y se envíen los documentos a las partes.
En caso de que toda esta prueba tarde más de 15 días, habría que discutir si el caso se tramita por la vía ordinaria y no en flagrancia.
La estafa, según el Código Penal, se produce cuando se induce a error a otra persona, por medio de la simulación de hechos falsos, utilizándolos para obtener un beneficio patrimonial, y se sanciona hasta con 10 años de prisión.
La Defensa Pública consideró que la calificación legal debía ser por tentativa de hurto y no por tentativa de estafa.
En ese caso, el hurto simple ocurre cuando una persona se apodera ilegítimamente de una cosa, sin violencia sobre las personas y sin fuerza sobre las cosas, y se sanciona con una pena de prisión de un mes a tres años.
Cirugía. La carta que se le entregó a la cajera fue firmada por El Sicario, quien mencionó que había un amigo suyo que estaba frente al parque (de Grecia) por si le pasaba algo a la adulta mayor.
Además, en la nota pidió a la cajera que depositara $90.000 y, luego de esto, esperase 20 minutos a que la madre llegara con el efectivo donde él se encontraba.
Según dice la nota, El Sicario y otro amigo matarían a un abogado y a un “empresarito” que le habían cobrado $150.000 al primero de ellos, lo que impidió que él pudiera llevar a su hija a Cuba para una operación (no señala por qué el cobro ni el tipo de operación).
“Ahora que desarrolló (la hija), el doctor me pide que la (lleve) rápido, por eso es que estoy haciendo esto. Si a mi madre le pasa algo, usted nunca verá más a su familia.
”De usted depende. Mi mamá padece diabetes, presión alta y el corazón y tiene infección en ambos oídos”, añade la nota.
Ayer, La Nación volvió a llamar al celular de la hija de la adulta mayor, pero contestó un hombre, quien pidió que no los volvieran a llamar, ya que no darían declaraciones.
