La Fiscalía dejó en libertad, a la espera del resultado de pericias forenses, a un sujeto detenido en la madrugada del miércoles como presunto homicida de siete mujeres indigentes.
La medida fue tomada por la la Unidad Operativa de Dirección Funcional del Ministerio Público, que informó de que el individuo fue evaluado en el Departamento de Medicina Legal.
Los análisis determinarían si existe algún vínculo entre el sujeto y los asesinatos ocurridos en los últimos meses en barrios al sur de San José.

Se trata de un hombre de apellido Berrocal, de 30 años, quien fue detenido ayer a la 1:23 a. m. por oficiales de la Fuerza Pública, dentro de un búnker, en el barrio Reina de Los Ángeles, en Hatillo.
Durante la tarde de este miércoles, Berrocal fue indagado por un aparente delito de violación, ocurrido hace un mes en la misma zona donde fue aprehendido.
Sin embargo, luego de la indagatoria e investigación, se determinó que el adulto no coincidía con las características denunciadas, por lo que fue dejado libre, sin medidas cautelares y en espera de proceso, bajo la causa 15-000719-1275-PE, la cual permanece en investigación.
Al adulto le decomisaron un vehículo Kia Sportage 2002 blanco, el cual aparece registrado a nombre de otra persona.
Indigentes en la mira. La ola de crímenes de indigentes se inició en abril; los cuerpos han aparecido en lotes baldíos de San Sebastián, Hatillo, Sagrada Familia y Alajuelita, según información proporcionada por el OIJ y la Fuerza Pública. Gerald Campos, director a. i. del OIJ, dijo el 6 de agosto que les llamaba la atención que se trataba de mujeres víctimas de abuso, que tenían las ropas rasgadas.
La última fue una mujer adulta, hallada en un charral frente a la Escuela Carolina Dent, en Sagrada Familia.
Otra muerte fue descubierta el 10 de abril en un lote baldío, en el residencial Mayorga, en San Sebastián. Ese día, los restos de una indigente estaban en avanzado estado de putrefacción y tapados solamente por un suéter.
El 14 de julio apareció el cuerpo semidesnudo de una mujer, de entre 25 y 30 años. Apareció en la urbanización Mallorca, en San Sebastián, y no se le observaban lesiones visibles.
