
La Palma, Puriscal. Las pesquisas preliminares sobre la causa del accidente aéreo ocurrido el viernes hacen creer a los investigadores que el piloto de la avioneta TI-AHW inició la maniobra de descenso en forma anticipada.
Empero, se advirtió que el hecho debe ser ratificado con el análisis de los datos que aportarán los instrumentos de navegación.
Estos marcan, entre otros aspectos, altura y velocidad, que indicarán a los técnicos qué fue lo último que hizo la tripulación.
Este dato trascendió ayer en la localidad de La Palma de Puriscal cuando eran extraídos los cuerpos de los tres ocupantes de la aeronave, quienes fallecieron al chocar el aparato contra el cerro Potenciana.
Se trata del piloto Luis Cantillano Calvo, de 34 años, el estudiante de aviación Juan Diego Marenco Herrera, de 24 años, y Guillermo Picado Corella, de 38 años, quien se desempeñaba como jefe de unidades móviles de Telenoticias de Canal 7.
El aparato, que había despegado el viernes a las 11:45 a. m. del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, San José, se dirigía hacia el campo de aterrizaje en La Yolanda en Esterillos de Parrita.
Las autoridades presumen que el accidente ocurrió poco después del mediodía en momentos en que en la zona había mal tiempo, con neblina muy densa.
Investigación. Según los datos que lograron recopilar ayer funcionarios de la Unidad de Investigación y Accidentes de Aviación Civil, en el lugar estaban todos los relojes del aparato, el ELT que emite una señal de radio que ayuda a localizar la nave accidentada, así como partes del motor, por lo que se podrá conocer su funcionamiento.
Además, se trata de verificar si la tripulación hizo un cambio en la ruta original pues inicialmente se estima que se encontraba un poco desviada.
También llamó la atención de los expertos el hecho de que el cuerpo del piloto, Luis Cantillano, fue el que salió disparado de la cabina y quedó a una distancia de 28 metros del fuselaje, según lo determinó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Puriscal.
En tanto, los cuerpos de Picado y Marenco quedaron prensados en el tablero de mando de la avioneta, que era una monomotor Cessna 206, propiedad de la empresa Aero Tours.
La extracción de los dos cadáveres la realizaron agentes judiciales de Puriscal, en colaboración con socorristas de la Cruz Roja y miembros de la Fuerza Pública.