
El OIJ detuvo ayer a un oficial de la Fuerza Pública a quien vincula con una banda dedicada al asalto de camiones repartidores y con varios “bajonazos”.
El policía, de apellido Ramírez, de 32 años, trabaja el Ministerio de Seguridad Pública desde 1999.
Fue capturado en su puesto de trabajo, la delegación de la Fuerza Pública de San Isidro, Heredia.
Las autoridades judiciales también detuvieron ayer en la mañana a dos presuntos cómplices del oficial en Santa Bárbara y San Joaquín de Flores, Heredia.
Se les identificó como de apellidos Mora y Alcázar, a quienes habían investigado por otras fechorías, especialmente asaltos.
A los tres los vigilaban desde el 5 de junio cuando atacaron un camión del Ministerio de Educación Pública (MEP) cerca de la estación del ferrocarril Pacífico en San José. El conductor, cuya identidad no se conoció, fue golpeado y abandonado cerca del túnel Zurquí, carretera a Guápiles, Pococí.
En esa ocasión huyeron con el vehículo y un equipo de computación valorado en ¢30 millones.
El camión fue recuperado ayer, tras la detención de los sospechosos, en Pavas de Carrizal, Alajuela. Estaba oculto en un camino secundario y solitario.
Sin embargo, las computadoras siguen sin aparecer.
El OIJ espera detener a otros tres miembros de la banda en los próximos días. Ya fueron identificados, aseguró un jefe policial.
Policía suspendido. El Departamento de Asuntos Internos de Seguridad Pública inició ayer una causa administrativa contra Ramírez, a quien, además, suspendieron de su cargo mientras avanzan las pesquisas.
La Policía Judicial cree que el sospechoso colaboraba con los asaltantes brindándoles custodia tras los atracos. También les suministraba informes acerca de la presencia de patrullas.
El oficial, sospechan, podía indicar a sus compinches las calles más seguras, lo que facilitaba su escape.
El ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, insistió en que aplicarán “mano dura” en casos de corrupción policial.