El Juzgado Penal de San Carlos envió ayer seis meses a internamiento en el Hospital Nacional Psiquiátrico al relojero sospechoso de prender fuego a su vivienda en Santa Rosa de Pocosol, donde murieron quemados su esposa y un nieto de nueve años de edad.
El sujeto, de 53 años y de apellido López, salió del Hospital de San Carlos el lunes en la tarde. Allí estuvo internado por, supuestamente, ingerir un plaguicida de alta toxicidad, lo que fue descartado por los médicos.
El imputado López solo presentaba quemaduras de primer y segundo grados en los brazos, las piernas y parte de la cara.
Agentes judiciales sacaron al imputado del hospital para presentarlo ante la Fiscalía, y ayer en la mañana se encargaron de trasladarlo hasta Pavas, San José.
Ahora, el relojero es procesado por un delito de femicidio y otro de homicidio calificado. A él se le vincula con un incendio que ocurrió el viernes 12 de octubre.
En ese siniestro fallecieron Margarita Carazo Leiva, de 51 años, y su nieto, de 9 años.
Las víctimas mortales fueron halladas en sus camas donde, presuntamente, dormían, luego de que los bomberos controlaran la deflagración.
Los dos cadáveres quedaron tendidos en las camas en posición boca arriba, a unos 40 centímetros de distancia uno del otro.
Las razones por las cuales el hombre inició el fuego aún se desconocen. Lo único que dijeron los lugareños es que López estaría atravesando problemas económicos y eso lo tenía angustiado.
Además, dijeron que el hombre padecía depresiones y que debido a estas se enojaba fácilmente.