
Abangares
Un hombre asesinó de dos balazos a su expareja la madrugada de este lunes en el baño de un bar ubicado en Las Juntas Abangares, Guanacaste.
En apariencia, luego de cometer el crimen, el sujeto se disparó en su cara, por lo que fue trasladado en condición delicada al centro médico de la zona y después al Hospital México, en San José.
La fallecida fue identificada como Blanca Sirias Delgado, de 33 años; mientras que el agresor es de apellido Gutiérrez, de 44.
De acuerdo con los testigos del crimen, la mujer estaba en el bar Los Mangos, cuando se le acercó Gutiérrez, quien le pidió que conversaran; sin embargo, ella no aceptó la petición y la negativa derivó en una fuerte discusión entre ambos. Porteriormente, el hombre se retiró del lugar.
Minutos despúes, el agresor volvió al lugar, se acercó a ella y le dijo: "Esta es la última cerveza que se va tomar". Volvieron a discutir, ella se fue para el baño de damas del bar y él la siguió. Estando allí, el hombre sacó un revólver calibre 38, le disparó a ella en dos ocasiones, se metió el arma a su boca y se disparó.
Sirias falleció en ese baño, mientras que su expareja sobrevivió al intento de suicidio y, haste este lunes en la tarde, se reportaba grave en el hospital.
Denuncias por agresiones
Michael Soto, jefe de la Oficina de Planes y Operaciones (OPO), del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), indicó que Sirias y Gutiérrez convivieron durante casi 10 años como pareja; no obstante, recientemente se habían separado.
Soto detalló que existieron medidas de protección para Sirias debido a denuncias por agresiones anteriores por parte de su expareja, pero al momento en que ocurrió el feminicidio ya habían vencido. El funcionario no precisó cuando fue que se vencieron esas medidas, pero generalmente duran entre 6 meses y un año.
Esa misma versión fue manifestada por Emily Sirias, hermana de la víctima, quien conversó con La Nación.
"Mi hermana había dicho hasta aquí, ella ya no quería estar con él, era mucho problema.
"Siempre eran pleitos, él era muy celoso y ella también. Por los hijos ella dijo que ya no quería problemas, quería estar tranquila. Ella le había puesto denuncia, pero ellos volvía otra vez, se dejaban y volvían, era una costumbre", comentó Sirias.
Agregó que todos los amigos de ella le decían que mejor dejara a ese hombre, porque tarde o temprano iba a pasar una tragedia.
"Ella decía que lo iba a dejar, yo temía que esto iba a pasar. Hace como tres años él se la llevó a la fuerza, se la llevó a ella para un lugar que le dicen La Sierra, la golpeó y una vecina fue quien la encontró toda golpeada. Ella lo dejó un tiempo y después volvieron", añadió la hermana de la fallecida.
Eugenia Pérez, amiga y vecina de la víctima, indicó a este diario que ella vio a Sirias la tarde del domingo, unas horas antes de que ocurriera la tragedia.
Dijo que la observó cuando estaba cocinando empanadas para dos de sus hijos (una adolescente de 17 años y uno de 15).
"Era una mujer muy valienta, muy trabajadora. Ella ha sido madre y padre de los dos hijos, siempre ha velado por ellos solita", recordó Pérez.
Según información del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres del Poder Judicial, en Costa Rica, en promedio, dos mujeres mueren por feminicidios al mes.