En seis meses la atleta Andrea Carolina Vargas logró bajar en 28 centésimas su mejor marca personal en los 100 metros vallas para romper así el récord nacional en cuatro oportunidades.
La atleta de 21 años solo entrena una vez a la semana en el Estadio Nacional de La Sabana. El resto de sus prácticas las realiza en la pista de asfalto agrietada de Estadio Luis Ángel Calderón, en Santiago de Puriscal, donde junto con su entrenadora y madre Dixiana Mena Torres, improvisó unas vallas de PVC de 84 centímetros de alto para realizar sus ejercicios.
A pesar de las dificultades, a principios de mayo, durante el Campeonato Nacional de Atletismo, Vargas realizó en los 100 metros vallas un crono de 13 segundos y 59 centésimas (13:59). Una semana después, en el Torneo Memorial Barrientos en Cuba, lo bajó a 13:53, ganando el primer lugar de su especialidad.
Su progresión continuó y a principios de noviembre volvió a bajar el tiempo al cronometrar 13:49 en el torneo nacional Adema. Finalmente, el sábado anterior realizó la mejor marca del año con 13:31, en el torneo previo a los Juegos Centroamericanos de Managua, Nicaragua, en el Estadio Nacional.
La puriscaleña es sin duda una de las principales cartas del atletismo costarricense para dejarse la medalla de oro en las justas de la región que se realizarán del 2 al 17 de diciembre, en la capital pinolera y donde igual espera romper el récord centroamericano que también le pertenece y el cual es de 13:65, realizado el año anterior, precisamente en Nicaragua.
“En los últimos meses incrementamos el trabajo de fuerza en el gimnasio, analizamos mejor los vídeos de mis competencias y sobre todo los pasos por las vallas. También nos fortalecimos con ejercicios para mejorar la frecuencia en los saltos, en una prueba que es muy técnica. Creo que esos cambios nos han dado resultados para mejorar nuestra marca personal”, admitió Vargas.
Andrea Carolina empezó a competir en vallas por el buen ojo de su madre, pues al principio de su carrera se había especializado en el heptatlón y el pentatlón, pero a los 13 años se decidieron a participar solo en eventos de vallas.
Incluso sus buenos tiempos le permitieron clasificar a dos mundiales juveniles en Ucrania 2013 y Oregon, Estados Unidos en 2014, y en este último llegó a disputar las semifinales.
Su hermana Noelia Vargas y quien también es entrenada por su madre, participó en el pasado Mundial Sub 14 de atletismo en Nairobi, Kenia, en la prueba de marcha.
“Siento que en los últimos meses hemos tenido una buena evolución. Pero tenemos claro que hay que mejorar algunos detalles en las salidas y creo que me ha venido costando un poco el cierre, nos estaba faltando fuerza, pero estamos trabajando en eso para pulir esos detalles y hacer mejores tiempos en el futuro”, añadió Vargas.
Más allá de los entrenamientos, Andrea Carolina cumplió su meta de terminar la carrera de Derecho en mayo anterior y además debe velar por su hija Abril, quien a sus dos años es la mayor fuente de inspiración de la joven atleta.
“Nos tuvimos que adaptar para estudiar, entrenar y ser madre. Cuando estuve embarazada nunca pensé en retirarme y por dicha siempre conté con el apoyo de mi esposo (José David Jiménez) y mi madre y entrenadora, que me ayudan a cuidarla”, agregó Vargas.
A corto y mediano plazo la atleta confía en poder lograr la marca tanto para el Campeonato Mundial de Qatar en 2019 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la cual estaría rondando en los 12:98.
“Siento que hemos tenido un gran progreso en los últimos meses y si continuamos por ese camino podemos bajar otras 30 centésimas y lograr la marca para ambos eventos. Debemos trabajar muy fuerte, con la misma dedicación y esfuerzo para cumplir nuestros objetivos”, destacó Vargas.
