
Redacción
Los futbolistas florenses afirman que el central del cotejo, Wálter Quesada, entró al vestuario llorando, después de su labor en el juego decisivo por el título entre Saprissa y Herediano.
Quesada no señaló dos penales a favor de los rojiamarillos, el primero en una falta clara de Roy Miller sobre Yendrick Ruiz, y en el segundo, por una mano de Francisco Calvo dentro del área que frenó un remate que iba directo al arco.
"Nos duele perder así. Me gustaría que pudieran preguntarle al central por qué lloraba. Hay dos cosas claras, o estaba feliz o sabía que se equivocó rotundamente", aseguró el asistente técnico Minor Díaz.
"No desmerito al rival, porque metió dos buenos goles, pero Herediano tuvo tres faltas de penal que no pitaron", agregó Díaz.
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El discurso de Díaz lo repitieron la mayoría de futbolistas al salir del camerino. El volante Óscar Esteban Granados afirma que los silbateros se pueden equivocar, pero insiste en que Herediano fue el club más afectado.
"A veces nosotros nos equivocamos y ellos pueden equivocarse, pero aquí el tema es por qué sale llorando el árbitro. Para ser campeón de nuevo hay que nadar contra corriente", afirmó Granados.
Mientras, el lateral Allan Miranda prefirió no culpar del resultado a Quesada y recalcó que "no se puede echar por la borda" todo lo bueno que hizo el equipo, solo por perder el juego de este jueves ante los morados.
"Uno no puede venir a achacarle la culpa a Wálter por un partido", afirmó Miranda.
Por el contrario, el mediocampista Jeikel Medina afirma que hablaron en la cancha y que a lo largo del certamen Saprissa fue el club con mejor rendimiento, más allá de los errores arbitrales.