La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) reconoce que, a pesar de las convenciones y declaraciones que forman parte del sistema universal de Protección de Derechos Humanos adoptados y ratificados por nuestro país, se sigue cometiendo discriminación contra las mujeres en el ámbito laboral.
En el informe Tendencias Mundiales del Empleo , del año 2009, se confirma que la desigualdad por razón de género sigue representando un problema. Las mujeres se enfrentan a numerosas desventajas para acceder a los mercados de trabajo, y con frecuencia no disfrutan del mismo grado de libertad que los hombres a la hora de decidir si desean trabajar o no. En el Primer Estado de los Derechos de las Mujeres en Costa Rica, se indicó que en el año 2009 la tasa de participación de las mujeres era de un 42,1% y el desempleo femenino, del 9,9%.
Según estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se considera urgente la ejecución de políticas públicas efectivas para disminuir la brecha laboral. El problema de la falta de oportunidades de empleo para las mujeres mayores de 40 años lo plantea, también, la Política Nacional para la Igualdad y Equidad de Género (PIEG), del año 2007, y para el 2017.
Según la encuesta de hogares, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la disminución de la natalidad permitió ver más claramente que la población de Costa Rica continúa el proceso de envejecimiento demográfico: los menores de 15 años representan el 24,8%, y la población de personas adultas de 65 años y más alcanza el 7,3% del total del país. La población de edades intermedias continúa en aumento, situación que se considera potencialmente favorable para la sostenibilidad económica y social del resto de la población.
Con información, está claro que Costa Rica viene transitando por un proceso de envejecimiento demográfico o de “inversión” de la pirámide poblacional. Debido a la mencionada reducción de los menores y al aumento de la población en edades intermedias y mayores, Costa Rica se aleja de una población de estructura joven, para convertirse en un país de estructura más madura y en progresivo envejecimiento, en especial la combinación entre una fecundidad en rápido descenso y una alta esperanza de vida.
Mujeres afectadas. En Costa Rica, las mujeres tienen mayores tasas de desempleo, reciben menores ingresos y experimentan diversas formas de discriminación por razones de género, antes y después de obtener un empleo. Por tal motivo, se establece la necesidad de abrir oportunidades y capacitación para ellas, como solución a este mal. Varios artículos periodísticos y editoriales se refieren a esta situación: la imposibilidad de conseguir un trabajo después de los 40 años de edad.
Pensar que, a esta edad o con más años, cualquier persona pierde utilidad es cerrar la puerta a un conocimiento con experiencia. Esta población parece estar envuelta en la depresión o en los subempleos, sin poder sacar adelante a su familia, como lo habían hecho en años anteriores.
En el desarrollo de un curso llamado “Lideresas para el cambio”, 2012, impartido por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) con mujeres de todos los lugares del país y de diferentes estratos sociales, se expuso la necesidad de establecer una política pública que permitiera la obtención de empleos de calidad por medio de un programa de incentivos que promuevan las oportunidades laborales para las personas mayores de 40 años de forma paritaria.
Al realizar una investigaciones dentro de la Asamblea Legislativa, se descubrió el proyecto “Para incentivar mayores oportunidades de empleo a personas mayores de cuarenta años”, expediente número 16.634, presentado en el 2007.
Hoy nos enteramos de que el proyecto está en el plenario, con algunas mociones para velar por la paridad. Se encuentra en el lugar 91 del orden del día. Confiamos en que pronto ocupe un lugar de mayor prioridad en la Asamblea, de manera que se apruebe por el bien de muchas familias costarricenses quienes, día a día, viven con la incertidumbre de qué comerán sus hijos.
Invitamos a todos los candidatos de los diferentes partidos políticos a conocer este proyecto e impulsar su implementación para el beneficio de toda la población costarricense mayor de 40 años que se encuentra desempleada.