El 16 de setiembre del 2003, Costa Rica perdió a una gran mujer, extraordinaria, que como médico y ser humano influyó en la vida de muchas personas, la Dra. Anna Gabriela Ross.
Ella ocupó cargos tan importantes como la presidencia del PLN, la Dirección General de Salud, la presidencia del AyA y, en el momento de su muerte, era miembro de la Junta Directiva del Colegio de Médicos.
Conocí a Anna Gabriela en 1986, durante mi servicio social en San Rafael de Guatuso, en aquel entonces un lugar lejano en el centro norte del país, con pocos accesos, rodeado de ríos y selva.
Ella fungía como subdirectora de la Región Huetar Norte, después estuvo en la Huetar Sur mientras yo trabajaba en el Centro de Salud de El Tejar de El Guarco.
Anna Gabriela se caracterizó por trabajar por el bienestar de la comunidades y, dentro de estas, para que los más necesitados llenaran sus necesidades básicas, sin importarle el origen de esas personas, pues su único fin era ayudar .
Un mes antes de morir, escribió en La Nación un artículo titulado “Vasijas”, el cual atesoro como uno de esos documentos a los que de vez en cuando acudo para recordar un mensaje espiritual que nos dejó en medio de su agonía, el cual se inicia así: “No hay mejor escultura que la vida misma. Ella nos moldea como actores de la humanidad y nos enfrenta al tránsito de nuestra existencia, haciendo cada uno su propio camino, viviendo el mañana, mientras el hoy se vuelve ráfaga de alfarero”.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo, pues representa el 16% de todos los cánceres femeninos, producto de la falta de programas de detección precoz, que hace que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad en etapa avanzada.
A esto se suma la ausencia de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento.
En las mujeres, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más mortífero en el mundo (324.000 muertes en el 2012) y el segundo que más muertes causó en los países desarrollados (198.000), detrás del cáncer de pulmón.
Se calcula que el riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida de una mujer es de, aproximadamente, 1 de cada 8.
La Fundación Dra. Anna Gabriela Ross nació el 4 de octubre del 2003, bajo el nombre de Programa Dra. Anna Gabriela Ross, para el acompañamiento psicosocial de las personas con cáncer.
Actualmente es una organización sin fines de lucro dedicada al mejoramiento integral de la situación del cáncer en Costa Rica, y busca la prevención temprana, así como el acompañamiento psicosocial a los pacientes y sus familiares.
Aprovecho esta oportunidad para motivar a toda la población a participar en la carrera y caminata contra el cáncer de la Fundación Anna Ross, que se llevará a cabo el 4 de octubre, la salida será frente a la iglesia La Merced, en San José.
Participando en esta actividad, contribuimos a esta causa altruista y rendimos homenaje a la idea de una mujer que vivió en carne propia todo lo que el cáncer ocasiona, al que lo padece y a su familia, y que, a pesar de eso, no desistió y luchó hasta el final, convirtiéndose en ejemplo para todos. Un día para honrar a estas heroínas.
Alejandro Ayón es cirujano pediatra.