No suelo compartir experiencias personales por tratarse este de un espacio de opinión. Sin embargo, y luego de mucho reflexionarlo, pensé que quizás mi vivencia podría servir a otras mujeres.
El pasado 3 de agosto, luego de un control de rutina, fui diagnosticada con cáncer de seno. Sobra decir la profunda impresión que sentí al escuchar esa noticia. La sola palabra impacta. Debo de reconocer, sin embargo, que amigas muy queridas, actividades sobre el tema en ALAS y en nuestras empresas me ayudaron a bajar los decibeles de mis preocupaciones.
Mi vida ha dado un vuelco de 180 grados. De ser dueña de mi cuerpo y tiempo, he tenido que aprender de paciencia y a entender que no todo está bajo mi control. Debo reconocer que no soy por un tiempo dueña de mi agenda.
He experimentado intensas y variables emociones, he tenido que hacer un alto en el camino y he debido trabajar en mi fortaleza interior, energía y positivismo, lo cual no dudo me ayudarán a ser mejor persona.
Soy de la convicción de que aun en las peores crisis hay bendiciones como el fortalecimiento de la familia y las increíbles muestras de cariño que he recibido. Aparecen verdaderos ángeles de la guarda, que aligeran el camino. Yo he tenido varios, pero una en especial, mi amiga Helena Baruch.
Dichosamente, mi cáncer fue detectado en una etapa temprana, encapsulado y no había ganglios comprometidos. Gracias a esa situación, mi cáncer es tratable y curable. Ya fui sometida a una cirugía y luego vendrán sesiones de quimioterapia como tratamiento preventivo para evitar recurrencias. Soy afortunada.
Nadie quiere pasar por una situación como esta. Yo hice mi mejor esfuerzo para evitarlo, consciente de que estaba dentro de la población en riesgo (exposición prolongada a estrógenos por otro problema de salud). Por ello siempre tuve buenos hábitos y me hacía exámenes regulares. Esto me salvó.
A mis lectoras y a las mujeres cercanas a mis lectores, ojalá esta vivencia las motive a adoptar mejores estilos de vida, pues el sobrepeso, la falta de actividad física y el consumo de alcohol son factores de riesgo y la prevención es la mejor receta.
Pero si tienen que pasar por un cáncer, la detección temprana hace toda la diferencia, y para ello es indispensable el autoconocimiento de las mamas y los controles médicos periódicos de acuerdo con la edad. Cuiden esa bendición que es la salud.
