Podemos encontrar soluciones viables sin el tópico de reducir la población.
Siempre he considerado que el debate público de las ideas es altamente enriquecedor para la sociedad, por eso agradezco a don Luis Carlos Ramírez el que me haya citado en su artículo de laNación de 24 de mayo pues me da pie a aportar ideas en este foro abierto.
Sostengo que “cada persona es un bien para la sociedad” independientemente de la utilidad que generan a la misma. Valorar a las personas por aquello que tienen o producen es reducir al ser humano a un puro engranaje de una máquina generadora de utilidades. Por eso son un bien para la sociedad New- ton y Ronaldinho, como cita don Luis, pero también lo son el ama de casa que día a día se desvive por sus hijos, la maestra que en el último rincón de Costa Rica enseña a un grupito de alumnos de escasos recursos y, por supuesto, ese niño con síndrome de Down que nunca aportará “utilidades” a la sociedad pero que después del desconcierto inicial es capaz de sacar lo mejor de sus padres, esa capacidad de amarle por lo que “es” y no por lo que “sirve” o “hace”.
Si valoramos a las personas simplemente de modo utilitarista, por lo que consumen, gastan, ensucian y calientan el planeta caemos una visión negativa y reductiva del ser humano que obvia infinitud de aspectos positivos. Si somos consecuentes con el utilitarismo es lógico que reclamemos como “derecho” las esterilizaciones a terceros, la imposición estatal en cuanto al número de hijos (cfr. China), la eutanasia neo-natal (cfr. Holanda), la selección de embriones (racismo oculto que discrimina seres humanos en función de características físicas), etc.
El ser humano es capaz de resolver problemas y aprender de sus propios errores, también de los ecológicos. Como ya señalé “cada persona posee una gran capacidad innovadora”. Phillip Longman, especialista en políticas demográficas, miembro de la Fundación Nueva América, un conocidothink tank izquierdista sostiene, en una reciente entrevista, que el descenso de la natalidad debería preocupar. Él mismo reconoce: “La mayoría de los que se llaman ‘progresistas’ no concuerdan conmigo en que la baja fecundidad es un problema”. Los defensores de una reducción de la población argumentan precisamente que así habrá más recursos para los pobres, muchos ecologistas consideran bueno para el medio ambiente que disminuya la población, etc.
Argumentos erróneos. Para Longman, todos esos argumentos resultan equivocados. “Por ejemplo, en Estados Unidos el aire y el agua son más limpios que en 1940, cuando la población era la mitad. No es paradójico. El aumento de la población estimula a usar los recursos de manera más eficiente y más limpia (...) Análogamente, el aumento de población es lo que nos llevó a descubrir cómo mejorar el rendimiento de los cultivos”. Así, “la producción de alimentos por cabeza es más alta que nunca, aunque la población mundial pasa de seis mil millones”. Además, “en Estados Unidos hay más superficie de bosques que en el siglo XIX, gracias a que se necesita mucho menos terreno para cultivar”.
Es lícito pensar que hay apagones en Costa Rica porque somos muchos, pero creo que es más acertado pensar que hay apagones por falta de previsión. Es lícito pensar que falta agua en Costa Rica porque somos muchos, pero creo que es más acertado pensar que no la sabemos aprovechar. Es lícito pensar que hay pobreza en el mundo porque somos muchos, pero creo que es más acertado pensar que nos falta ética, educación y solidaridad para distribuir mejor los recursos. Tengo una visión positiva del hombre por la que creo que el hombre es capaz de resolver problemas y no simplemente justificarlos.
De modo anecdótico y para no entrar en una estéril confrontación de datos que aburriría al lector, simplemente matizo alguna cifra del artículo mencionado. La peor crisis económica de los últimos 60 años de la historia española se produce a mediados de los años 70 y principios de los 80, coincide con la mayor caída de la natalidad en España. Las mayores tasas de crecimiento económico en España (después delbaby boom ) se dan en los últimos diez años, coincide con la mayor entrada de inmigrantes de toda la historia. En solo tres meses del actual Gobierno español se legalizaron más de 1 millón de inmigrantes, y otros tantos no lo pudieron hacer por falta de requisitos legales. La población en España de modo oficial crece, de modo extraoficial, mucho más. Como ya señalé, la única variable que influye en la economía no es solo el crecimiento poblacional, sino también, por ejemplo, los altos niveles de educación en un país.
Los problemas de población, ecológicos y de calentamiento nos preocupan a todos; creo que somos capaces afrontarlos y resolverlos si seguimos en la línea de buscar soluciones viables sin recurrir al tópico de querer reducir la población. Agradezco a don Luis la oportunidad de poder aportar algo más a este interesante debate.