“A veces la peor versión de ti mismo es la mejor”, susurra con pétreo rostro Vince Vaughn en el arranque del segundo tráiler de True Detective II.
Los minutos que siguen ratifican que la secuela de “la serie más inteligente en la historia de la televisión” – como la calificó el famoso filósofo británico Nick Land– será tan o más oscura que la versión primera, protagonizada magistralmente en el 2014 por ese par de titanes que son Matthew McConaughey y Woody Harrelson.
Tras más de un año de espera inmersa en el misterio y aderezada con la información que en forma brillante HBO fue soltando a cuentagotas, finalmente la noche de este domingo 21 esa secta integrada por millones de fans podrá testear, en un estreno simultáneo con Estados Unidos, la continuación de una saga que parece insuperable.
Todo un reto, a no dudarlo.
True Detective fue un engendro extraño de la televisión, una propuesta inédita y atípica desde su arranque.
La campaña de expectativa liberada por HBO en el 2013 hablaba sobre una serie detectivesca narrada como nunca antes se había hecho, y ya solo el fichaje de sus protagonistas principales puso en ebullición la ansiedad por la serie muchos meses antes de que arrancara.
Cuando finalmente ocurrió, True Detective rompió paradigmas, construyó nuevos, dejó atrás a otros programas policíacos y puso en alto, muy en alto, el listón para los siguientes.
Básicamente, demoró dos o tres episodios para convertirse en lo que otras tardan hasta años: una serie de culto.
La apuesta fue gigantesca desde el principio: no es una jugada habitual, menos para la cadena líder de la televisión premium en el mundo, encargar una serie directamente sin pasar por la fase del piloto, pero así ocurrió tras armar el rompecabezas de True Detective , que constituyó el primer megaestreno de HBO en el 2014.
Como ya lo había aseverado la Teleguía , True Detective elevó la televisión a un nivel al que nunca había llegado, indagó en los bajos fondos de la mente humana y encontró que el filósofo Thomas Hobbes (1588-1679) tenía razón: “El hombre es el lobo del hombre”.
En apenas ocho capítulos, Woody Harrelson y Matthew McConaughey construyeron una pareja de detectives que ya es historia en la historia de la televisión: Martin Hart y Rust Chole, respectivamente.
Un allegado ¿lejano?
Tras la emisión del último capítulo de la primera temporada la audiencia quedó con el cerebro licuado por la magnificencia absoluta de la serie; quedó desolada y huérfana (¿y ahora, qué hacemos los domingos por la noche? ¿de qué hablaremos al día siguiente en la oficina?) y debió armarse de paciencia porque ya HBO había filtrado que se venían varias temporadas pero con elencos totalmente diferentes entre sí.
De hecho, este detalle trascendió cuando la primera temporada iba por ahí de la mitad y sobró quien arqueara la ceja ante la perspectiva de renunciar para siempre a Marti y a Rust.
Pero, como suele ocurrir, HBO hizo lo correcto y basó gran parte de las expectativas de la secta de seguidores en las identidades del próximo elenco.
Sobraron las apuestas, los vaticinios. Pero difícilmente alguien la vio venir. Cuando se supo que Vince Vaughn y Colin Farrell habían sido los primeros fichajes, las redes sociales de los fanáticos simplemente explotaron.
¿A quién diablos se le habría ocurrido semejante combinación? Solo HBO lo sabe. Elegida la pareja de rudos, la espera y la emoción se acrecentaron por conocer quién sería la protagonista femenina. De nuevo, cuando se liberó el nombre de la elegida, Rachel McAdams, casi nos imaginamos un rugido colectivo entre los acólitos. Aunque el nombre de Taylor Kitsch no está al nivel mediático que el de sus colegas de reparto, basta ver los tráilers para saber por qué fue seleccionado.
Como se sabe, el secretismo ha rodeado casi todo lo referente a la segunda temporada, y apenas se conocen algunas pinceladas argumentales.
Creada y escrita por el nominado al Emmy y ganador doble del Premio del Sindicato de Actores, Nic Pizzolatto, esta temporada sigue a tres policías y un criminal, quienes deben indagar en una red de conspiración en torno a un asesinato. Colin Farrell protagonizará a Ray Velcoro, un detective comprometido cuya lealtad estará dividida entre sus dos jefes: el departamento de policía corrupto y un mafioso al que le debe dinero. Por su parte, Vince Vaughn será Frank Semyon, un criminal en peligro de perder su imperio cuando sus intenciones de entrar en un negocio legítimo se ve afectado por el asesinato de su socio.
Rachel McAdams que protagonizará a Ani Bezzerides, una detective del sheriff del Condado de Ventura cuya ética inflexible la pondrá en desacuerdo con mucha gente y con el sistema para el cual trabaja. Entretanto, Taylor Kitsch será Paul Woodrugh, un veterano de la guerra, ahora oficial de la Policía de Caminos de California quien huye de un pasado difícil y de un repentino escándalo que nunca sucedió; y Kelly Reilly encarnará a Jordan, la esposa de Frank Semyon quien es socia en los negocios de su esposo y comparte las mismas ambiciones.
Los primeros dos episodios serán dirigidos por Justin Lin (franquicia The Fast & The Furious, Star Trek, Into Darkness ).
Se especula que la TD II sea una suerte de hermana de su antecesora, pero de esas que comparten el ADN aunque son muy diferentes entre sí. A juzgar por el segundo tráiler –el primero fue un sobrevuelo desde la estratósfera– la segunda temporada pinta más oscura, más frenética, más trepidante, pero no necesariamente mejor que la otra. En fin, se terminó la espera. La noche de este domingo, felizmente, las especulaciones se acabarán. 1