Las historias que se tejen en torno a los deportes suelen ser atractivas porque es fácil identificar a los héroes, a los villanos y la meta a alcanzar. El drama suele ir acompañado de una serie de pequeñas victorias y derrotas que, eventualmente, alcanzan un clímax palpable: un trofeo, una medalla, un récord. Es sencillo: ganar o perder.
La vida, sin embargo, rara vez es así de monocromática. Las cosas difícilmente son blanco y negro, y más bien hay multitud de matices en el medio. Last chance U es un vistazo a los matices que han dado forma a un puñado de jóvenes jugadores de fútbol americano para quienes la victoria y la derrota tiene más que ver con salvar sus vidas que con anotar un touchdown .
La serie documental, compuesta de seis episodios y producida por Netflix, sigue la vida del equipo de fútbol americano de la East Mississippi Community College –algo así como un punto intermedio entre la secundaria y la universidad–, cuyos jugadores son en extremo talentosos, pero cuyas decisiones de vida los han llevado por caminos tormentosos y problemáticos.
El equipo es una máquina imparable sobre el campo de juego. Cosecharon 24 partidos invictos, y entre 2011 y 2014 ganaron tres veces el campeonato nacional de las community colleges (un escalón por debajo del campeonato de fútbol americano universitario y dos por debajo del fútbol americano profesional).
Cada uno de sus jugadores, sin embargo, fue rechazado o expulsado por mala conducta de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos, de las cuales suelen salir los jugadores que ganan millones de dólares y se convierten en súper estrellas de equipos de la NFL.
¿Cómo se construye un colectivo exitoso a partir de individuos que han sido despreciados durante toda su vida? ¿Cómo se convierte a un puñado de “perdedores” en campeones de un país?
Esa es la columna narrativa de Last Chance U .
Véalo. Jueves 4 de agosto. Netflix: www.netflix.com