EscucharEn los años 80, Sam Simon le imprimió su sello literario a exitosas series como Taxi, Cheers y The Tracey Ullman Show , pero fue su intervención en Los Simpson la que le dio de comer por el resto de su vida.
Simon fungió como cocreador, creativo y escritor de la exitosa serie desde sus inicios –en 1989– hasta la cuarta temporada, cuando las álgidas diferencias con el creador Matt Groening se volvieron insostenibles, según se supo por ambos involucrados.
Este lunes, Simon falleció en su casa en Pacific Palisades, California, de un cáncer de colon que le había sido diagnosticado en el 2011; tenía 59 años. La información fue confirmada por su agente.
Los Simpson le deben a Sam importantes pautas de trabajo que todavía siguen empleándose en la serie, según varios involucrados en la gestación de los embrollos de la particular familia que vive en Springfield.
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En los últimos años el escritor estuvo más ligado a la filantropía que a la televisión. La imagen es de agosto del 2013. (Frazier Moore)
Aporte. Sam Simon era caricaturista, pero su carrera fue más prolífera en el rol de escritor. Pasó de hacer capítulos para exitosas producciones como Taxi y Cheers , a otras comedias de menor exposición como Shaping Up (con Leslie Nielsen).
Cuando lo llamaron para participar en Los Simpson , se encargó de liderar al grupo de escritores, pero además propuso que todos los actores hicieran las grabaciones de los guiones en conjunto, para favorecer la interacción.
A él se le acredita también la escritura y diseño del trasfondo de muchos de los personajes principales, así como parte del estilo humorístico del programa.
“No se puede dejar a Simon fuera de la historia de Los Simpson , era para él para quien nosotros escribíamos”, comentó en el 2001 Jon Vitti, uno de los primeros guionistas del programa.
En 1993, tras la cuarta temporada, Simon fue expulsado tras frecuentes peleas con Matt Groening. Su salida no fue amistosa, pero le permitió asegurarse una buena remuneración mientras el programa siguiera existiendo.
Diez millones de dólares anuales le permitieron a Simon (un vegano estricto), un ingreso suficiente para destinar fondos a diferentes organizaciones dedicadas a la protección animal. Además, creó una fundación que entrena perros para que asistan a personas con discapacidades.
En el 2011, cuando fue diagnosticado con cáncer de colon manifestó: “No estoy triste; estoy contento. No me siento enojado o amargado, quiero hacer todo lo posible para sobrevivir”.
