“¡Vi a Ozzy Osbourne antes que todo el mundo, no puedo creerlo. Esto es impresionante y único”, dijo temblando de la emoción Anthony Fallas, uno los fans que llegó a recibir a Black Sabbath y Megadeth al Aeropuerto Juan Santamaría.
Con un poco más de astucia que el resto de metaleros que rondaban el lugar, este vecino de Alajuela le puso el ojo a la prensa que esperaban por las bandas y llegó a una discreta salida de la terminal.
Lo vio cinco segundos, mientras la camioneta en la que viajaba salía del edificio en construcción para incorporarse a la autopista.
Junto a otros diez seguidores gritó, corrió y brincó de la emoción durante los escasos segundos que lo vieron pasar. Fue tanto el éxtasis que casi se desmayan cuando el Príncipe de las Tinieblas levantó su mano y los saludó.
Ayer, a las 4: 23 p. m., la agrupación británica fue la primera en llegar al país desde Colombia, donde tocó el sábado. Aquí tocarán mañana, en el Estadio Nacional.
Casi una hora después y cuando todos creían que se había marchado por otra puerta oculta del aeropuerto llegó Megadeth.
El primero en salir fue el cantante Dave Mustaine, quien, brevemente, saludó a los metaleros y de inmediato se marchó en un automóvil. Quienes sí se apuntaron a las fotos y a los autógrafos fueron el guitarista Chris Broderick y el baterista Shawn Drover.
“Me encanta Costa Rica, es grandiosa y asombrosa”, aseguró Broderick, quien dijo que el concierto será muy divertido.
Broderick agregó que esta gira con Black Sabbath ha sido impresionante hasta ahora.
“Los shows han sido enormes y con una gran cantidad de público”, comentó antes de ser consumido por una pequeña turba de fanáticos que querían un recuerdo a su lado.
En el hotel. Una veintena de fieles seguidores los esperaban en el Hotel Real Intercontinental, en Escazú. Algunos de ellos esperaban la llegada de ambas bandas desde el mediodía, con sus guitarras, camisetas oficiales, banderas de Costa Rica y discos, donde anhelaban recibir el autógrafo de sus ídolos.
“Yo voy a esperar a que salgan, en algún momento tienen que salir”, aseguró Luis Alonso Calvo, quien llegó a las 12:30 p. m. al hotel. A él, se le unieron otros jóvenes: Kevin Cascante, Carlos Espinoza, Carlos Monzón y Luis Angulo.
Junto a otros fans esperaron atentos por cualquier movimiento sospechoso en el parqueo. Cada vez que un auto con vidrios polarizados pasaba, corrían para lograr tener un vistazo de los roqueros.
Sin mucho éxito y luego de muchas horas, a las 4:45 p. m. consiguieron avistar a Tony Iommi y a otros miembros de Black Sabbath, apenas discernibles por la lluvia y entre varios encargados de seguridad que bloqueaban la vista.
Inesperadamente, Shawn Drover y Chris Broderick, de Megadeth, descendieron de un autobús turístico a las 5: 30 p. m., y los jóvenes, que habían aumentado su número a 30, se abalanzaron sobre los metaleros .
“A Tony (Iommi) lo vi de pasada, pero los de Megadeth son más accesibles. Esto es increíble, porque yo respiro y vivo música”, dijo Mauricio Vargas oriundo de Santa Ana.
Cristian Hernández, vecino de Plaza Viquez, se mostró emocionado después de su encuentro con Shawn Drover: “Esto es genial. A el baterista (Drover) ya lo había conocido antes, le pregunté si me recordaba y dijo que sí”, declaró el seguidor de la banda desde hace 7 años.
Según informó Don Stockwell, de RPMTV producciones, él mismo acompañó a Ozzy Osbourne hasta su habitación, después de entrar por una puerta lateral. Diez minutos después ingresó por esa misma puerta el vocalista de Megadeth, Dave Mustaine. Mientras tanto, los seguidores esperaban inquietos por otra llegada repentina sin importar la lluvia.
“Los vimos pero aquí nos quedamos hasta las 8 p. m.”, aseguró Kevin Cascante, quien junto con sus compañeros, se movían de un lado a otro, siguiendo las indicaciones de los oficiales de seguridad.