“La cultura pop estaba en el arte, pero ahora el arte está en la cultura pop; está en mí”, canta Lady Gaga en Applause , primer sencillo de Artpop , su tercer álbum en estudio, que llegará este lunes a las tiendas de música mundiales.
La mentada frase la ha tratado de reproducir en entrevistas, comunicados y explicaciones del concepto global que encierra el disco, pero en ninguna ocasión fue tan clara como en la canción. La interrogante es: ¿acaso no estaba el arte ya en la cultura popular?
La intención es absurda (como muchas de las letras del disco), pero esa cualidad siempre ha sido uno de los grandes atractivos que el público ve en la diva: nada de lo que hace lo hace para pasar inadvertida, y eso la lleva a actuar de forma absurda, a veces.
En todo caso, el discurso de la cultura pop ha sido el núcleo de una extensa campaña de expectativa para promocionar el álbum, en el que Lady Gaga pretende unir la música con lo audiovisual y con la comunicación virtual que define a la mayoría de sus fans.
Esa campaña de expectativa dejó reacciones polarizadas: sus detractores (contra los que se ha dispuesto a contender en muchas de las letras que figuran en Artpop ) tenían la ilusión de que el disco fuese un desastre, mientras que sus seguidores no encontraron motivo alguno que los haga pensar que Gaga será capaz de crear algo infausto.
Ahora –que el álbum tiene una semana de sonar en Internet–, está claro que el disco no es un tropiezo, pero cuesta imaginar que trascienda más allá de su definido círculo de fans (llamados Little Monsters , porque ella es la Mamá Monstruo, por supuesto) y de los escuchas casuales; es decir, no es la obra revolucionaria que ella prometió –o anheló– que iba a ser.
Quince canciones nuevas –casi una hora de música–; colaboraciones tanto en producción como en composición con artistas como Infected Mushroom, David Guetta, Sun Ra, will.i.am y Rick Rubin; y una peregrinación de la estética musical retro a ondas más modernas. Eso es, en gran parte, Artpop .
Para ella, es “una celebración y un viaje poético musical”, pero la crítica le ha encontrado más características por rebatir. La sentencia ha sido regular: Metacritic (sitio que compila críticas y publica un promedio cuantitativo) le ha dado una puntuación de 67 de 100, basado en una docena de artículos.
Lujuria en el tintero. Musicalmente, Artpop es un mundo de frondosos paisajes, una gran mejora con respecto a Born This Way , su segundo álbum (que igualmente ha vendido más de seis millones de copias en todo el mundo).
En su tercer intento, Gaga sigue hablando de su obsesión por la celebridad y por ser famosa, entre alguna que otra letra relacionada con las drogas recreativas. En Applause , dice que vive impulsada por el aplauso, pero miente: Gaga también vive por sus deseos sexuales, o su respuesta a los deseos sexuales que le expresa al audiencia.
Por más tendenciosa que sea la temática sexual, Artpop ha sido exhaustivamente criticado por transportar letras que a veces parecen bromas. “¿Quieres verme desnuda, amante? ¿Quieres ojear debajo de las cobijas?”, canta en Aura , primer tema, sabiéndose portadora de una sexualidad de la que se ha apropiado la humanidad.
Quizá el verso que podría provocar más risa es uno de la canción Venus , en el que Gaga dice: “Júpiter. Mercurio. Venus. ¡Uh, ha! Urano; ¿no sabes que mi ano es famoso?”, formando una graciosa –y barata– rima en inglés.
En otras ocasiones, resulta ininteligible: “Tócame, no seas dulce. Ámame, por favor retuitea”, canta en G.U.Y. , o bien la frase que tira en Mary Jane Holland : “Sé que mamá y papá piensan que soy un desorden, pero está bien, porque soy tan rica como orinar”.
O Gaga está esforzándose mucho por generar laberintos de pensamientos en los cerebros del escucha, o simplemente no le puso tanto empeño a las letras de sus nuevas canciones y apuntó las primeras frases que se le vinieron a la mente, como comentó USA Today .
En otras ocasiones, es realmente sugestiva: “No puedes tener mi corazón, y no vas a usar mi mente, pero haz lo que quieras con mi cuerpo”, canta en Do What U Want .
Criterio dividido. En una entrevista con The Daily Mail , Lady Gaga explica un poco mejor todo el meollo del arte en la cultura pop: “arte y pop juntos, pero el arte al frente”, comenta, antes de decir que quiso hacer lo inverso a lo que hizo el artista Andy Warhol –ícono de la cultura pop–: “En lugar de poner al pop en el lienzo, quería poner al arte en la lata de sopa”.
“Lo que le falta mucho a Artpop es la convicción de Gaga de que el pop, el de su configuración del siglo XXI (como música y redes sociales y celebridad), podría contar cada historia que ella quisiera contar, o todas al mismo tiempo, sucias y trascendentes”, escribió John Pareles para el New York Times .
“Sus espectáculos de escenario ya han construido superestructuras artísticas en sus canciones: sensuales, disruptivas, graciosas e inquietantes. Buscar validación de las bellas artes –un lugar muchísimo más elitista e insular que el mercado masivo del pop– no debería de importar tanto como agitar las pasiones de los pequeños monstruos”, concluye Pareles.
El autor se refiere a la necesidad que ha expresado Gaga de llevar su obra a la élite artística, de compartirla ahí y de desarrollarla desde ahí, algo que sin duda le resta calidad a Artpop .
Es por eso que medios informativos, como The Guardian , han dicho que Artpop es un “decente, si acaso defectuoso, álbum de pop, pero sus buenas partes son suficientes para que Gaga siga llenando estadios tan grandes como la diferencia entre sus ideas y su música”.
“La cuestión es: ¿está Lady Gaga como para andar dándose tanta importancia? Pues, por lo escuchado en Artpop , no. Encadenando meteduras de pata, la cantante llega con buenas ideas a las que acaban matando su gusto por la épica 'Springsteen'”, asegura El Mundo .
“La producción, que cuenta con Zedd, Infected Mushroom, Rick Rubin, RedOne y Madeon, y que venden como lo más vanguardista, suena electrónica, discotequera, viejuna y trillada, como unos Justice de hace cinco años, un Skrillex de hace dos y unos Daft Punk de hace 12”, culmina el diario español.
Lady Gaga puede dormir en paz. Su obra impactó, impacta e impactará más que la de muchos de los artistas a los que pretende impresionar e incluir en este proceso creativo, y sus fans nunca se cansarán de ella. ¿Qué más puede pedir?
En el futuro, Lady Gaga planea lanzar un documental dirigido por el fotógrafo Terry Richardson, el cual registrará la creación de Artpop , y brindará muchísima más profundidad al proceso y a las razones por las que la artista estadounidense hizo lo que hizo en el disco.
También, en enero del 2014, publicará un disco de jazz con Tony Bennett. Y seguirá siendo una artista hecha y derecha, porque –a pesar de sus inseguridades– eso ni siquiera es cuestionable.