Cuarenta años pasaron desde que acribillaron al cantautor y teatrero chileno Víctor Jara . Militares que acompañaron al general Augusto Pinochet, en el golpe de Estado que sacó del poder al presidente Salvador Allende, lo torturaron y mataron de 44 balazos, el 16 de setiembre de 1973.
Su asesinato impactó tanto a Chile y, en especial, al mundo artístico, que provocó que muchos abandonaran el país suramericano (varios de ellos terminaron viviendo en Costa Rica).
Murió, pero se convirtió en leyenda y en la figura que representaba a todos los artistas chilenos víctimas de diversas violaciones de los derechos humanos, durante la dictadura de Pinochet (1973-1990). Su música trascendió fronteras y ha inspirado a un sinnúmero de artistas en el mundo.
Cuatro décadas después, Chile sigue a la espera de justicia para Víctor Jara (1932-1973). Joan Turner, viuda del artista; Gloria Köning, directora de la Fundación Víctor Jara, y muchos chilenos no pierden la esperanza de ver en la cárcel a los autores del crimen, como informó la agencia de noticias AFP.
En el 2009, un soldado aceptó ser quien disparó contra Jara; luego, cambió la versión. Esto desencadenó una investigación oficial y la exhumación de los restos del intérprete de Te recuerdo Amanda .
Como parte de las investigaciones, se acusó a los exmilitares Hugo Sánchez Marmonti y Pedro Barrientos Núñez como los autores materiales del crimen. Además, hay otros seis investigados como supuestos cómplices.
Barrientos reside en los Estados Unidos, por lo cual la justicia chilena solicitó su extradición, en enero. Además, la familia de Víctor Jara interpuso una querella contra aquel oficial ante las autoridades estadounidenses, según AFP.
“La necesidad de que Pedro Barrientos enfrente la justicia en Chile, tiene que ver con una demanda de 40 años que tanta gente en el mundo pide para esclarecer la muerte de Víctor Jara”, dijo Köning a la agencia AFP.
Muy presente. Acerca de la muerte de Jara, hay quienes aseguran que lo mataron un 15 de setiembre, otros hablan del 16; lo cierto es que su cuerpo fue identificado el 17 de setiembre por su esposa, informó la agencia EFE.
No obstante, el amor que se le tiene en Chile es mucho, y el domingo muestras de gran cariño y admiración para el autor de La pala lo dejaron en evidencia.
Uno de los más destacados homenajes fue la creación de un mural de 600 metros de largo y 2,5 metros de alto en el costado del Cementerio Metropolitano, al sur de Santiago, donde apareció el cuerpo sin vida del artista.
Desde las artes escénicas también recuerdan al artista. En la capital chilena presentan la obra Víctor Jara sin Víctor Jara .
“La obra nace en el seno de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, para conmemorar a los ejecutados y en la que Víctor Jara, un magnifico cantante y hombre de teatro, representa a otros ejecutados anónimos”, detalló Visnu Ibarra, director de espectáculo, a la agencia AFP.
También construirán un monumento que lo recuerde. Llevará una placa con el último poema que salió de la pluma de Jara. Su viuda participó en la ceremonia en que se colocó la primera piedra, el domingo.
“Víctor es más que un hombre, es un símbolo de muchas cosas, y por eso la gente lo recuerda con tanto cariño y tanta fuerza”, expresó Turner, durante la entrega del mural, en la comuna de Lo Espejo.
Artista ícono. Este ícono de los artistas y el pueblo chileno es considerado el ejemplo de la canción chilena y parte activa de todo un movimiento social y musical.
La música popular le permitió mantenerse en contacto con sus raíces campesinas, recuerda un artículo de Guillermo Pellegrino, del diario El País , de Uruguay.
Jara comenzó a componer sus primeras canciones, mientras estudiaba teatro. Por medio de la música, se acercó a figuras destacadas de la canción folclórica chilena, como Violeta Parra, Quilapayún o Inti Illimani, detalló el periódico El País de España,
Sus obras se caracterizaron por tener un gran apego a la tierra y reflejar la realidad del pueblo. La viuda del músico aseguró que Jara pensaba que la mejor escuela para el canto era la vida misma.
“Durante el paro de octubre de 1972, con el que la oposición quiso poner de rodillas al Gobierno, junto con decenas de miles de personas, Jara salió a realizar trabajos voluntarios para impedir que la economía se detuviera. En la vorágine escribió Manifiesto , su testamento musical: Yo no canto por cantar / ni por tener buena voz, / canto porque la guitarra / tiene sentido y razón ”, agregó el diario español.
Él tuvo una destacada participación en el teatro. Según el diario La Tercera , Jara fue el director que estrenó tres obras que hoy son consideradas clásicos de la dramaturgia de Chile: Ánimas de día claro , Los invasores y La remolienda .
Fue un teatrero que puso atención a la cercanía con lo popular y buscó no encasillarse en un estilo.
Su legado no solo alcanzó a la llamada canción de autor latinoamericana, sino que tocó a Joan Manuel Serrat, U2 y Roger Waters; incluso Bruce Springsteen dedicó el jueves un concierto en Chile a la memoria de Jara.